domingo, 28 de febrero de 2016

QUE CUANTOS CUMPLO?

Aunque nadie pregunta cuantos años son, diré son (numero de años que cumple) años vividos, no me puedo quitar ninguno. ¿Qué año podría eliminar de mi vida?.  ¿El año en que me enamore por primera vez? El año en que me case? Los logros que he podido alcanzar a lo largo de tantos años? ¿El año en que nació mi hija, en que nació mi hijo mayor o  mi hijo el menor? no, si estas fechas marcan la vida, y la dividen en antes y después.    La graduación de jardín de alguno de mis 3 hijos, o de colegio y universidad de los mayores, cada uno en un tiempo muy distante, la satisfacción de  ver los logros alcanzados por cada uno de mis hijos; académica y profesionalmente,(los cuales he sentido como míos propios).
Las celebraciones de primera comunión y cumpleaños de mis hijos, el nacimiento de mis sobrinos, o el último y mas reciente acontecimiento el nacimiento de mi nieta?
 Quizás ha habido  unos años  menos afortunados, que me han causado tristezas o desengaños, pero que le dan sabor a la vida, cuando los vemos ya distantes. Otros  que igual   nos producen alegría y  nostalgia al mismo tiempo como el matrimonio de mi hija, la partida de mi hijo para seguir estudiando……….. O alguno triste, en el que he perdido algunos de mis seres  queridos. Podría elegir un año intrascendente; aquel en el que vi florecer una rosa, o aquel otro en que la vida no me pareció tan  fascinante. Pero no, prefiero quedarme con todos; con los buenos, con los malos y con los del montón. Negar cualquiera de ellos equivaldría a negarme a mí misma, ni modo, porque mi vida es la suma de todos esos años. Como podría negar uno solo de mis años vividos si en cada uno de ellos además  he conocido personas como ustedes, mis amigos que hoy al igual que mi familia me regalan una felicitación, buenos deseos y bendiciones. Gracias y que Dios les multiplique para si sus buenos deseos.


GRATITUD.... ESCASA VIRTUD

La gratitud no es sólo un gesto de cortesía y de buena educación en las relaciones sociales. No consiste sólo en decir "gracias", de labios para afuera, a quienes nos han hecho un favor, nos han prestado un buen servicio o han hecho algo por nosotros . La verdadera gratitud es una virtud humana y cristiana sumamente hermosa, que brota desde lo más profundo del corazón. Es la respuesta de las personas nobles ante los beneficios que reciben; reconocen la gratuidad por los esfuerzos que han tenido los demás y se sienten deudoras, desde el fondo de su alma, hacia aquellos que les han mostrado su bondad, benevolencia y apoyo. Están convencidas de que, si las han ayudado, es por la bondad de esas personas y no porque ellos se lo merecen. Por eso, la gratitud, si es sincera y auténtica, va siempre acompañada de una grandísima humildad y sencillez interior, y sólo se da en las almas grandes y generosas. Por eso es tan admirable encontrarse con una persona verdaderamente agradecida.
Pero, precisamente por eso, también es una virtud muy rara. Alguien ha dicho que la gratitud es como una hermosa flor exótica, como el lirio que florece en los pantanos, y que es capaz de nacer en medio de un muladar. O como esas bellas orquídeas, que brotan en la soledad de los bosques tropicales.
Nuestro Señor también se sorprendió ante la ingratitud de los hombres y se maravilló al constatar que muy pocos saben ser agradecidos. El Evangelio de san lucas nos cuenta la historia de los diez leprosos que fueron curados por Jesús. De los diez que recibieron la gracia prodigiosa de su curación, sólo volvió uno a darle las gracias. "¿No eran diez los curados? -preguntó extrañado nuestro Señor-. Y los otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha vuelto más que este extranjero para dar gloria a Dios?". Los otros nueve, que pertenecían al "pueblo escogido", tal vez consideraron que se les debía aquel favor, y no supieron reconocerlo como un don gratuito de parte de Jesús. O fue tan grande su despiste y su descuido que no se acordaron luego de venir a dar las gracias, como aquel samaritano.
Una persona orgullosa o autosuficiente es incapaz de estos gestos de reconocimiento. Sólo quien se siente indigno de tan gran beneficio, puede también sentirse deudor, y dar gracias a Dios por tamaña bondad y misericordia.
¡Cuántas veces sucede que, en vez de darle gracias a Dios  por lo que tenemos, nos quejamos por aquello de lo que carecemos! O, en lugar de sentirnos inmensamente felices por lo que nos regala, nos quejamos amargamente porque debería concedernos también otras cosas.
Seguramente no actuamos así por malicia. Lo que pasa es que somos a veces tan descuidados en nuestro trato con Dios que, en vez de valorar y de agradecer sus dones, nos comportamos como hijos caprichosos, pensando que todo se nos debe por nuestra cara bonita y por eso no somos  agradecidos con Dios nuestro Señor y con todas aquellas personas que nos hacen algún favor."Todo es gracia" -nos dice san Pablo- y no se debe nada a nuestros méritos. Si Dios nos diera sólo aquello que se nos debe en justicia, seríamos unos pobres desgraciados y unos pordioseros toda la vida.


La vida es un espejo


La vida me ha enseñado que la gente es amable, si yo soy amable; que las personas están tristes, si estoy triste; que todos me quieren, si yo los quiero; que todos son malos, si yo los odio; que hay caras sonrientes, si les sonrío; que hay caras amargas, si estoy amargado; que el mundo está feliz, si yo soy feliz; que la gente es enojona, si yo soy enojón; que las personas son agradecidas, si yo soy agradecido. La vida es como un espejo: Si sonrío, el espejo me devuelve la sonrisa. La actitud que tome frente a la vida, es la misma que la vida tomará ante mí.

Si yo hubiera... Si yo hubiese...



¿En qué tiempo verbal están conjugadas las frases: "Si yo hubiera" y "Si yo hubiese"?
Las frases arriba mencionadas están conjugadas en tiempo verbal "Desperdiciativo". (pluscuamperfecto del subjuntivo)Con esto queremos decir que de nada sirve estar añorando el pasado, las cosas que no hicimos, o cómo las pudimos haber hecho, etc.
Lo hecho, hecho está. Ahora, en este momento, debemos tomar rienda de nuestra vida y hacer de ella lo que nos plazca. Para hacer esto, debemos tomar decisiones y de hecho, a cada momento estamos tomando decisiones. Algunas de ellas sin importancia. Pero muchas de ellas por demás trascendentes.
Esas, las decisiones importantes, son las que nos han traído hasta aquí, hasta esto que estamos viviendo. No nos cansaremos de decir que lo que estamos viviendo, es lo que nosotros hemos generado. Lo hemos generado con nuestro pensamiento.
Pensamos y al pensar tomamos decisiones. ¿Tomo el camino fácil o el que más me conviene? ¿Comeré este antojo o algo más saludable?, ¿Desquito mi coraje o calmo la situación? ¿Escojo el placer inmediato o el bienestar duradero? ¿Le doy amor o prefiero mi soberbia? ¿Hago lo que tengo que hacer o lo hago después?
Nos quejamos de que tenemos mala salud, pero fueron nuestras decisiones las que nos la trajeron. Nos sentimos mal por la falta de armonía en nuestras relaciones y sin embargo damos paso a nuestra soberbia o rienda suelta a nuestra ira.
Estamos hartos de vivir con limitaciones, pero en el momento eran mejor el dispendio y el placer inmediato. Nos hacía cosquillas el dinero en el bolsillo. Tal vez no había nada en realidad que comprar, pero buscábamos y encontrábamos en qué gastar, pudiendo haber invertido nuestro dinero en cosas que sí valían la pena.
Se habla mucho de la "Intuición femenina" y sin embargo es algo que tanto los hombres como las mujeres podemos cultivar y aprender a escuchar. Existe la expresión: "Tengo una corazonada" y en ocasiones suele ser sólo nuestro deseo de que las cosas sean como quisiéramos.
En otras ocasiones, en realidad es nuestro ser interior que nos está diciendo cuál es el camino o la decisión correcta a tomar. Basta ya de tomar decisiones que sólo nos dan un placer o beneficio inmediato y pasajero pero nos perjudican a largo plazo.
Todas estas decisiones mal tomadas, a la ligera, como un granito de arena, se fueron acumulando hasta que llega un sobrepeso, la bancarrota, el divorcio, la enfermedad, el hastío, la infelicidad, etc.
Lo único que se requiere es una buena voluntad para salir adelante de nuestra mala situación y darnos tiempo para reflexionar sobre las decisiones trascendentes. Cuanto más importante es la decisión, más cautelosos debemos ser. No se trata de vivir en la indecisión, sino darle tiempo de calidad a la toma de decisiones.

¿Cómo aprender a tomar las decisiones correctas? Haciendo caso de nuestra intuición. ¿Cómo cultivar la intuición? La mejor herramienta que podemos sugerir cuando estamos indecisos es la meditación, poniendo en manos del Señor nuestras decisiones para que nos ayude.

miércoles, 17 de febrero de 2016

ENAMORATE DE UN GRAN HOMBRE.

Enamórate de un Gran hombre….
"Hija mía, enamórate de un Gran Hombre y no lloraras" 
No puedo pedirte que te enamores de un extraño, eso es absurdo; pero, quiero pedirte que, al momento de entregar tu corazón, lo hagas a sabiendas de que quien está a tu lado, es un hombre que sabrá amarte y apreciarte por la mujer que eres.
Quiero pedirte, que te enamores de un hombre de verdad; uno, que te persiga con la mirada, como un hombre enamorado; y que, se pierda en el brillo de tus ojos, aún en la oscuridad. Enamórate de un hombre, para el cual tú seas la única mujer en este mundo; y, que sea capaz de construirte un castillo, aunque solo tenga un lápiz y papel.
No puedo pedirte que te enamores de un hombre que lo haga todo; sin embargo, te pido que te enamores de un hombre que esté dispuesto a hacerlo todo por ti.
Quiero que te enamores de un hombre con la suficiente hombría para cocinar por las noches, o cuándo estés cansada. Un hombre que pueda coser un botón de tu blusa favorita, para que puedas llegar a tiempo a esa reunión; y, por qué no, que te diga al oído que: todo estará bien.
Enamórate de un hombre que valore a Dios, a la familia y los amigos. Pues en la vida, necesitará de todos ellos. Y, si es un ladrón, procura que te robé solo algunos besos; pues, ya te habrá robado el corazón.
Quiero que te enamores de aquel que acaricie tu rostro y juegue con tu pelo, así sabrás que su mente está solo contigo. Cualquiera puede decir un “te amo”; pero, el amor se demuestra cada día, y en los pequeños: “te quiero”...
Quiero que te enamores de un hombre que procure llenarte de alegría; y que te haga sonreír, aún en tus días más difíciles. Enamórate de aquel hombre, que no se aproveché de ti, ni aún en tus momentos de vulnerabilidad. Un verdadero hombre te respetará, incluso, cuando tú no quieras.
Enamórate de un hombre que no haga alarde de los bienes que tiene; sino, que sepa apreciar y valorar todo aquello que ha vivido, las personas con las cuáles ha compartido y las experiencias que en la vida ha acumulado.
Enamórate de alguien a quien le guste cocinar y ejercitarse, así tendrás la excusa perfecta para comer tus caprichos; y luego, pasar el tiempo junto: “quemando esas calorías”. Quiero que te enamores de un hombre que esté dispuesto a llevarte la contraria; y, que tenga un punto de vista distinto al tuyo. Así, en la salud, la distancia o la enfermedad, sabrás que siempre podrás contar con alguien que estará a tu lado: a pesar, de cualquier diferencia.
Enamórate de un hombre que te tenga presente a cada momento del día; y, que te llene la vida de detalles. Un hombre, que jamás te oculte lo que siente; y te diga, lo que necesitas saber. Quiero que te enamores de alguien que sepa escucharte, aún en el sórdido silencio del olvidó.
Enamórate de un hombre que sea libre, que sea tuyo; que te amé, y que se deje amar por ti. Enamórate de alguien que, aunque no sea yo, te haga feliz.
Enamórate de un hombre sensible y con buenos sentimientos, porque él conocerá tus sentimientos con sólo mirarte a los ojos. Busca ternura".
Enamórate de un hombre que siempre le hable a DIOS de Ti.
Al final, si aún no has comprendido, eres tan digna de este amor tan tuyo y tan mío, que aquél de quién te enamores sabrá, que: sólo un hombre de verdad, es digno de ti.
No te conformes con menos...
Nunca bajes el listón de lo alto.
Te lo dice:
“UN HOMBRE ENAMORADO DE TI"
TE AMO...  “TU PADRE👦🏻
Y, RECUERDA “HIJA”
Dios hizo al hombre y a la mujer en iguales condiciones para apoyarse mutuamente.
Tú no puedes ayudar a un hombre inútil, que no se puede ayudar así mismo

martes, 16 de febrero de 2016

La esposa o la amante.....

Un hombre pregunto a un sabio si debía quedarse
con su esposa o su amante…el sabio tomo dos
flores en su mano: una rosa y un cactus…
y le pregunto al hombre: si yo te doy a escoger una
flor, cual eliges? y el hombre sonrió y dijo:
la rosa es lógico! y el sabio respondió: a veces los hombres
se dejan llevar por la belleza externa o lo mundano
y eligen lo que brille mas, lo que valga mas pero
en esos placeres no esta el amor, yo me quedaría
con el cactus por que la rosa se marchita y muere,
el cactus en cambio sin importar el tiempo o el clima
seguirá igual, verde con sus espinas, y un día dará la flor mas hermosa que jamás hayas visto,
tu mujer conoce tus defectos,tus debilidades, tus errores, tus gritos,
tus malos ratos y aun así esta contigo… tu amante conoce
tu dinero, tus lujos, los espacios de felicidad y tu sonrisa,
por eso esta contigo, ahora dime hombre con quien te quedaras?…
compártelo a todas las mujeres para que se sientan
orgullosas de ser cactus y a todos los hombres que
no saben lo que tienen y no valoran la tremenda
mujer que tienen a su lado...

viernes, 29 de enero de 2016

GANARSE EL CIELO

Una mujer que se llevaba muy mal con su esposo sufrió un paro cardíaco. Casi a punto de morir, un ángel se presentó ante ella para decirle que, evaluando sus buenas acciones y sus errores, no podría entrar al cielo. Entonces, le propuso permitirle estar en la tierra unos días más hasta lograr cumplir con las buenas acciones que le faltaban. La mujer aceptó el trato y regresó otra vez a su hogar junto a su esposo. El hombre no le dirigía la palabra porque hacía tiempo que estaban peleados. Ella pensó:
- Me conviene hacer las paces con este hombre. Está durmiendo en el sofá, hace tiempo dejé de consentirle. Él ahora está planchando su camisa para salir a trabajar, le daré una sorpresa.
Cuando el hombre salió de la casa, ella puso flores en la mesa con unos candelabros, empezó a preparar una rica comida y puso un cartel en el sofá que decía:
“Creo que puedes estar más cómodo durmiendo en la cama que fue nuestra. Esa cama donde el amor concibió a nuestros hijos, donde tantas noches los abrazos cubrieron nuestros temores y sentimos la protección y la compañía del otro. Ese amor, aún con vida, nos espera en esa cama. Si puedes perdonar todos mis errores, allí nos encontraremos.
Tu Esposa”.
 Cuando terminó de escribir el último renglón “Si puedes perdonar todos mis errores” pensó:
-¿Me he vuelto loca? ¿Yo voy a pedirle perdón cuando fue él quien empezó a venir enojado de la calle cuando lo echaron de la fábrica y no conseguía trabajo? Yo tenía que arreglarme con los pocos ahorros que teníamos haciendo malabares y todavía tenía que soportar su ceño fruncido. Él empezó a tomar, ahí, aplastado en el sillón, exigiendo silencio a los niños que solo querían jugar. Empezó a gritarme cuando le decía que así no podíamos seguir, que necesitábamos que volviera a sus cabales y que era necesario buscar dinero para suplir algunas necesidades de nuestros hijos. Él lo arruinó todo. ¿Y ahora yo tengo que pedirle perdón? 
Enfurecida rompió la carta, pero pronto escuchó la voz del ángel que decía:
- Recuerda: algunas buenas acciones y alcanzarás el cielo, de lo contrario no podrás entrar. 

La mujer pensó de nuevo:
- ¿Valdrá la pena?... Hizo la carta nuevamente agregando aún más palabras cariñosas:
“No supe comprender nada entonces, no supe ver tu preocupación y tu impotencia al quedarte sin empleo, luego de tantos años con un salario seguro en esa fábrica. ¡Debiste haber sentido tanto miedo! Ahora recuerdo tus sueños de ‘cuando me jubile haremos’.
Cuántas cosas querías hacer al jubilarte. Pude haberte impulsado a que las hicieras en lugar de obligarte a aceptar estar todo el día sentado en ese taxi.
Ahora recuerdo aquella noche de locura cuando rompí esas cartas de amor que habías escrito para mí y prendí fuego a todas las telas de los cuadros que pintabas. En ese momento me enfurecía verte allí, encerrado en ese cuarto gastando nuestro dinero en pomos de pintura para nada o sentado en ese escritorio escribiendo tonterías para mí. Debí haberte impulsado a vender esos cuadros. Eran realmente hermosos. Estaba desesperada. Yo también me sentía segura con el salario de la fábrica y no supe ver tu dolor, tu miedo, tu agonía. 
Por favor perdóname mi amor. Te prometo que de hoy en adelante, todo será diferente. Te amo. 
Tu Esposa”.
Cuando el marido regresó del trabajo, al abrir la puerta notó algo distinto; el olor a comida, las velas en la mesa, su música favorita sonando suavemente y la nota en el sofá. Cuando la mujer salía de la cocina con una taza de café en la mano, lo encontró tirado en el sillón llorando como un niño. Dejó el café, corrió a abrazarlo, no necesitaron decirse nada, lloraron juntos, él la alzó en sus brazos y la llevó hasta la cama; hicieron el amor con la misma pasión del primer día. Luego comieron la exquisita comida que ella había preparado, rieron mucho mientras recordaban anécdotas graciosas de los niños haciendo travesuras en la casa.
Él la ayudó luego a levantar la mesa como en antaño lo hacía y, mientras él lavaba los platos, ella vio por la ventana de la cocina que en el jardín estaba el ángel. Salió llorando y le dijo:
- Por favor ángel, intercede por mí. No quiero dejar a este hombre solo en este día. Necesito un tiempo más para poder impulsarlo con sus cuadros y tratar de reconstruir esas cartas que solo para mí, y con tanto amor, había escrito. Te prometo que en poco tiempo, él estará feliz, seguro; ahí sí podré ir donde me lleves.
El ángel le contestó:
- No tengo que llevarte a ningún lado, mujer. Ya estás en el cielo, te lo has ganado. Recuerda el infierno donde has vivido y nunca olvides que el cielo siempre está al alcance de tu mano.
La mujer oyó la voz de su marido que desde la cocina le gritaba:
- Mi amor, hace frío, ven a acostarte, mañana será otro día.
- Sí -pensó ella- gracias a Dios, mañana será otro día…
 Para reflexionar……..
Tú, que reclamas lo que no recibes, ¿ya pensaste en lo que no das?
Tú, que te lamentas porque sufres, ¿ya pensaste en cuánto haces sufrir?
Tú, que acusas a la ignorancia, ¿ya evaluaste tus conocimientos?
Tú, que condenas el error, ¿ya percibiste cuánto erraste?
Tú, que te dices amigo sincero, ¿ya te analizaste con sinceridad?
Tú, que te quejas de penurias, ¿ya viste cuánto posees más que otros?
Tú, que criticas el mundo, ¿ya hiciste algo para mejorarlo?
Tú, que te dices modesto, ¿te sentirías orgullosa/o de parecer humilde?
Tú, que condenas el mal, ¿has procurado difundir el bien?
Tú, que deploras la indiferencia, ¿has sembrado el amor?
Tú, que te afliges con la pobreza, ¿has usado bien tus riquezas?
Tú, a quien te duelen las espinas, ¿has cultivado rosas?
Tú, que tanto lamentas las tinieblas, ¿has esparcido luz?
Tú, que te ocupas de ti misma/o, ¿te has preocupado de los demás?
Tú, que te sientes tan pequeñita/o, ¿has procurado crecer?
Tú, que te quejas de soledad, ¿has brindado tu compañía a un amigo?
Tú, que te asustas ante la enfermedad, ¿qué has hecho por tu salud?
Tú, que anhelas la concordia, ¿has combatido la discordia?

Autor desconocido