¿En qué
tiempo verbal están conjugadas las frases: "Si yo hubiera" y "Si
yo hubiese"?
Las
frases arriba mencionadas están conjugadas en tiempo verbal
"Desperdiciativo". (pluscuamperfecto del subjuntivo)Con esto queremos
decir que de nada sirve estar añorando el pasado, las cosas que no hicimos, o
cómo las pudimos haber hecho, etc.
Lo hecho,
hecho está. Ahora, en este momento, debemos tomar rienda de nuestra vida y
hacer de ella lo que nos plazca. Para hacer esto, debemos tomar decisiones y de
hecho, a cada momento estamos tomando decisiones. Algunas de ellas sin
importancia. Pero muchas de ellas por demás trascendentes.
Esas, las
decisiones importantes, son las que nos han traído hasta aquí, hasta esto que
estamos viviendo. No nos cansaremos de decir que lo que estamos viviendo, es lo
que nosotros hemos generado. Lo hemos generado con nuestro pensamiento.
Pensamos
y al pensar tomamos decisiones. ¿Tomo el camino fácil o el que más me conviene?
¿Comeré este antojo o algo más saludable?, ¿Desquito mi coraje o calmo la
situación? ¿Escojo el placer inmediato o el bienestar duradero? ¿Le doy amor o
prefiero mi soberbia? ¿Hago lo que tengo que hacer o lo hago después?
Nos
quejamos de que tenemos mala salud, pero fueron nuestras decisiones las que nos
la trajeron. Nos sentimos mal por la falta de armonía en nuestras relaciones y
sin embargo damos paso a nuestra soberbia o rienda suelta a nuestra ira.
Estamos
hartos de vivir con limitaciones, pero en el momento eran mejor el dispendio y
el placer inmediato. Nos hacía cosquillas el dinero en el bolsillo. Tal vez no
había nada en realidad que comprar, pero buscábamos y encontrábamos en qué
gastar, pudiendo haber invertido nuestro dinero en cosas que sí valían la pena.
Se habla
mucho de la "Intuición femenina" y sin embargo es algo que tanto los
hombres como las mujeres podemos cultivar y aprender a escuchar. Existe la
expresión: "Tengo una corazonada" y en ocasiones suele ser sólo
nuestro deseo de que las cosas sean como quisiéramos.
En otras
ocasiones, en realidad es nuestro ser interior que nos está diciendo cuál es el
camino o la decisión correcta a tomar. Basta ya de tomar decisiones que sólo
nos dan un placer o beneficio inmediato y pasajero pero nos perjudican a largo
plazo.
Todas
estas decisiones mal tomadas, a la ligera, como un granito de arena, se fueron
acumulando hasta que llega un sobrepeso, la bancarrota, el divorcio, la
enfermedad, el hastío, la infelicidad, etc.
Lo único
que se requiere es una buena voluntad para salir adelante de nuestra mala
situación y darnos tiempo para reflexionar sobre las decisiones trascendentes.
Cuanto más importante es la decisión, más cautelosos debemos ser. No se trata
de vivir en la indecisión, sino darle tiempo de calidad a la toma de
decisiones.
¿Cómo
aprender a tomar las decisiones correctas? Haciendo caso de nuestra intuición.
¿Cómo cultivar la intuición? La mejor herramienta que podemos sugerir cuando
estamos indecisos es la meditación, poniendo en manos del Señor nuestras
decisiones para que nos ayude.
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