lunes, 20 de septiembre de 2010

LO QUE UN NIÑO DIRIA A SUS PADRES

Trátame como a una persona de corta estatura que simplemente posee menos experiencia que tú.
Déjame reír y jugar, porque muy pronto seré de tu tamaño.
Emplea tiempo en mi universo; con todos sus deseos; porque muchas veces me es difícil entender las prioridades de tu mundo.
Yo, como tú, estoy cansado de conversaciones teóricas, así que hablemos de cosas importantes para mí.
Dialoguemos - no sólo me hables - y usa un lenguaje claro.
Por favor, no hagas como si no estuviera delante de ti cuando me hablas.
Establece ejemplos con acciones significativas y no con palabras vanas.
Dame un "si" o un "no" definitivo y mantente firme en ellos.
Dime por qué y te sorprenderé haciéndote caso.
Sé honesto, porque distingo un farsante al instante.
La verdad trabaja muchísimo mejor con la manipulación o los caminos de la culpa.
Enséñame principios; entonces no estaré tentando constantemente las reglas.
Déjame manejar las partes importantes de mi vida tan pronto sea capaz de hacerlo.
Concédeme privacidad y tiempo para mí mismo, pero sigue abrazándome seguido.
Enséñame la habilidad de vivir y estimula mi creatividad.
Nutre las fantasías que son muy reales para mí.
Dame tiempo con las personas mayores, ellas han aprendido mucho y por sí mismas están volviendo a la niñez.
Respeta todos mis sentimientos, ellos no son correctos ni incorrectos.
Muéstrame que la pena es normal cuando pierdo algo.
ámame por lo que soy, no por lo que tú quieres que sea.
Reconoce el valor que para ti poseo, porque soy un hermoso ser, aún cuando cometa los errores llamados experiencia.
Permíteme saber que no eres Dios, que cometes errores también.
Busca mi opinión; tengo sabiduría en muchas materias.
Condúceme hasta mi propia espiritualidad personal.
La regla de oro también se aplica a mí

Jack Clarke & Chris Groninger

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