sábado, 23 de junio de 2018

HOY DECIDO COMO SERA MI DIA

Hoy puedo quejarme porque el día esta lluvioso,
o puedo dar gracias a Dios porque las plantas están siendo regadas gratis.

Hoy me puedo sentir triste porque no tengo más dinero, o puedo estar contento de que mis finanzas me empujan a planear mis compras con inteligencia

Hoy puedo quejarme de mi salud, o puedo regocijarme de que estoy vivo.

Hoy puedo lamentarme de todo lo que mis padres
no me dieron mientras estaba creciendo, o puedo sentirme agradecido de que me permitieran haber nacido.

Hoy puedo llorar porque las rosas tienen espinas,
o puedo celebrar que las espinas tienen rosas.

Hoy puedo auto compadecerme por no tener muchos amigos, o puedo emocionarme y embarcarme en la aventura de descubrir nuevas relaciones.

Hoy puedo quejarme porque tengo que ir a trabajar,
o puedo gritar de alegría porque tengo un trabajo.

Hoy puedo quejarme porque tengo que ir a la escuela, o puedo abrir mi mente enérgicamente y llenarla con nuevos y ricos conocimientos.

Hoy puedo murmurar amargamente porque tengo
que hacer las labores del hogar, o puedo sentirme honrado porque tengo un techo para mi mente, cuerpo y alma.

Hoy el día se presenta ante mí, esperando a que yo le dé forma y aquí estoy, el escultor que tiene que darle forma. Lo que suceda hoy depende de mí... yo debo escoger qué tipo de día voy a tener.

Que Tengas un gran día,
A menos que tengas otros planes.

EXCELENTES REFLEXIONES

Excelente reflexión de Warren Buffett:  inversionista y filántropo con una de las fortunas mas grandes de este mundo y quien vive en la sencillez de un ciudadano  promedio  dijo :

•.“ Róbale” tiempo a tu trabajo y entrégaselo a tu familia, pareja o a ti mismo...
• Consigue bienes , hasta donde la tranquilidad te lo permita.
• Prescinde de todo aquello que no utilizas y entrega al necesitado.
• Evita compromisos que te quiten tiempo y tranquilidad...
• Camina mas y mira a tu alrededor...
• Nunca pierdas un amigo por dinero. El dinero se recupera, el amigo no.. !!
 • No adquieras mas de una deuda importante al mismo tiempo...
• No todo, lo puedes hacer...
• Riete mucho y con todos..
• Has sentir a las personas importantes...
• Sé tu mismo con todos y en cualquier parte...
• Retirate ante la intransigencia...
• No portes desventuras y aléjate del chisme ....
• Devuélvele a tus padres el tiempo que te entregaron...
• No te pongas lo que te haga ver bien, sino lo que te haga sentir cómodo...
• El matrimonio es un pacto. El amor, la sinceridad y el compromiso son la unión...
• Tu perspectiva de vida es la tuya y no la de los demas. “ No critiques sin conocer"
• No adquieras bienes para aparentar, terminaras humillado
• El destino no esta escrito, tu lo escribes a diario...
• Busca tranquilidad en el exterior para llenar tu interior...
• Visita el campo a menudo o si puedes vive allí...
• Come sanamente y no practiques la gula..
• Trata a todos por igual sin subestimar y con respeto ...
• Aléjate de todo lo que  sea ilicito, las consecuencias siempre llegaran
• No te dejes arrastrar por la sociedad, terminará por arrollarte.
• La vida es un regalo, no una competencia, vive feliz y tranquilo/a.

lunes, 11 de junio de 2018

LA VERDAD AL DESNUDO

"Cuenta la leyenda, que un día la verdad y la mentira se cruzaron.
-Buen día. Dijo la mentira.
-Buenos días. Contestó la verdad.
-Hermoso día. Dijo la mentira.
Entonces la verdad se asomó para ver si era cierto. Lo era.
-Hermoso día. Dijo entonces la verdad.
-Aún más hermoso está el lago. Dijo la mentira.
Entonces la verdad miró hacia el lago y vio que la mentira decía la verdad y asintió.
Corrió la mentira hacia el agua y dijo... -El agua está aún más hermosa. Nademos.
La verdad tocó el agua con sus dedos y realmente estaba hermosa y confió en la mentira.
Ambas se sacaron las ropas y nadaron tranquilas.
Un rato después salió la mentira, se vistió con las ropas de la verdad y se fue.
La verdad, incapaz de vestirse con las ropas de la mentira comenzó a caminar sin ropas y todos se horrorizaban al verla.
Es así como aún hoy en día la gente prefiere aceptar la mentira disfrazada de verdad y no la verdad al desnudo."
Algún día la verdad saldrá del pozo para fustigar a los mentirosos.

martes, 29 de mayo de 2018

DIEZ MANDAMIENTOS PARA UNA VEJEZ FELIZ

1. Cuidarás tu presentación todos los días. Vístete bien, arréglate como si fueras a una fiesta. ¡Qué más fiesta que la vida!.
2. No te encerrarás en tu casa ni en tu habitación. Nada de jugar al enclaustrado/a o al preso voluntario/a. Saldrás a la calle y al campo de paseo. El agua estancada se pudre y la máquina inmóvil se enmohece.
3. Amarás al ejercicio físico como a ti mismo/a. Un rato de gimnasio, una caminata razonable dentro o fuera de casa. Contra inercia, diligencia.
4. Evitarás actividades y gestos de viejo/a derrumbado/a. La cabeza gacha, la espalda encorvada, los pies arrastrándose. ¡No! Que la gente diga un piropo cuando pasas.
5. No hablarás de tu vejez ni te quejarás de tus achaques. Con ello, acabarás por creerte más viejo/a y más enfermo/a de lo que en realidad estás. Y te harán el vacío. Nadie quiere estar oyendo historias de hospital. Deja de auto llamarte viejo/a y considerarte enfermo/a.
6. Cultivarás el optimismo sobre todas las cosas. Al mal tiempo buena cara. Sé positivo, ten buen humor en las palabras, sé alegre de rostro, amable en los ademanes. Se tiene la edad que se ejerce. La vejez no es cuestión de años sino un estado de ánimo.
7. Serás útil a ti mismo y a los demás. No eres un parásito ni una rama desgajada voluntariamente del árbol de la vida. Bástate hasta donde sea posible y ayuda. Ayuda con una sonrisa, con un consejo, un servicio.
8. Trabajarás con tus manos y tu mente. El trabajo es la terapia infalible. Cualquier actitud laboral, intelectual, artística… Medicinas para todos los males, la bendición del trabajo.
9. Mantendrás vivas y cordiales las relaciones humanas. Desde luego que las que anudan dentro del hogar, integrándose a todos los miembros de la familia. Ahí tienes la oportunidad de convivir con todas las edades, niños, jóvenes y adultos, el perfecto muestrario de la vida. Luego ensancharás el corazón a los amigos, con tal que los amigos no sean exclusivamente viejos como tú. Huye del bazar antigüedades.
10. No pensarás que todo tiempo pasado fue mejor. Deja de estar condenando a tu mundo y maldiciendo tu momento. Alégrate de que ser parte del mismo y poder ver muchas cosas lindas y nuevas.
¡No te olvides de reír a menudo para mantener la salud!

sábado, 19 de mayo de 2018

MI PADRE

Cuando era pequeño, mi padre lo sabía todo. El racimo de imágenes congeladas es abrumador.
Me veo aquella tarde de invierno, con un cuaderno, el destartalado reloj, y mi padre enseñándome cómo se leían las horas y minutos.
Me veo en el río, en Agosto, aprendiendo a nadar. Recuerdo cómo me sujetaba y cuando yo estaba desprevenido me soltaba y se reía.
Me acuerdo de cómo me hablaba de política. Veo su orgullo y mi deseo de no defraudarle.
Normalmente con el paso del tiempo, los padres siempre se ven desilusionados a causa de la conducta de sus hijos. En mi caso, fue mi padre el que me decepcionó primero.

Y a aquel que me había enseñado y educado, le sumaron los años y envejeció. Fue entonces cuando nos perdonamos los mutuos desencantos.
Ahora yo enseñaba, ahora yo le miraba con benevolencia, y una dispendiosa paciencia.
Desmitificado, más humano, más comprensible y quizá por eso más lejano.
No hace falta ser padre o madre, para comprender qué oficio tan ingrato es. No tengo hijos, ni seguramente los tenga. Pero ahora comprendo esas soledades que los padres arrastran a causa de sus vástagos.
El otro día mi padre lloraba. El otro día tenía miedo de que le ingresáramos en una asilo, tenía miedo de que su cabeza le siguiera fallando.
Me llamó al trabajo, a primera hora. Se había quedado sólo en casa. Me dijo, me preguntó, entre hipos --apenas podía entenderle-- que yo no le haría tal cosa, ¿verdad?
Le tranquilicé. Después llamé a mi hermana y hablamos.
¡Qué vida! Vida que te obliga a llamar a un hijo, y a preguntarle invadido por el miedo si te piensan abandonar como a un perro.
El otro día me preocupé, pero el trabajo me absorbió y como no era la primera vez que me llamaba, lo dejé correr.
Le he estado dando vueltas, no sé cómo he llegado hasta aquí. Ahora mismo me duele y lloro.
Y no porque sea mi padre, sino porque precisamente le veo como a un ser humano asustado, que ni en sus hijas o esposa puede confiar. Triste.
¡Se ha ido deteriorando tanto con el tiempo!
Pero sobre todas las cosas, lo que más me lastima es ver lo infeliz que es.
Yo poseía la absurda idea, de que la vejez traía consigo serenidad y sabiduría. He leído muchas novelas.
Lo que está claro es que en la mayoría de los casos, lo único que trae es una acentuación exagerada de los defectos.
Trae un saco de frustraciones, pérdidas, dolores físicos, miedos, y una incógnita aplastante, solitaria, ignorada, maldita, sobre la muerte.
Demasiados adjetivos. Acabo de dejar de hablar de él, para en realidad empezar a hablar de mí mismo.
¿Te has dado cuenta, no?
Eso es algo en común a toda la humanidad: los padres y la muerte. Principio y fin. (¡menuda brillante idea!)

LAS SEMILLAS



Había una vez  ......
Un hombre cogía cada día el autobús para ir al trabajo.

Una parada después, una anciana subía al autobús y se sentaba al lado de la ventana.

La anciana abría una bolsa y durante todo el trayecto,
 iba tirando algo por la ventana.

Siempre hacía lo mismo y un día, intrigado, el hombre
 le preguntó,  que era lo que tiraba por la ventana.

- ¡Son semillas! - le dijo la anciana.

- ¿Semillas? ¿Semillas de qué?

- De flores. Es que miro afuera y está todo tan vacío...

Me gustaría poder viajar viendo flores durante todo el camino.
¿Verdad que sería bonito?

Pero las semillas caen encima del asfalto,
las aplastan los coches, se las comen los pájaros...
¿Cree que sus semillas germinarán al lado del camino?

- Seguro que sí. Aunque algunas se pierdan,
alguna acabará en la cuneta
y, con el tiempo, brotará.

- Pero...Tardarán en crecer, necesitan agua ...

- Yo hago lo que puedo hacer. ¡Ya vendrán los días de lluvia!

La anciana siguió con su trabajo ...
Y el hombre bajó del autobús para ir a trabajar,
pensando que la anciana había perdido un poco la cabeza.

Unos meses después...

Yendo al trabajo, el hombre, al mirar por la ventana,
 vió todo el camino lleno de flores...

¡Todo lo que veía era un colorido y florido paisaje!

Se acordó de la anciana, pero hacía días que no la había visto.
Preguntó al conductor:

¿La anciana de las semillas?
Pues, ya hace un mes que murió.

El hombre volvió a su asiento y siguió mirando el paisaje.
 «Las flores han brotado, se dijo,
pero ¿de que le ha servido su trabajo?
No ha podido ver su obra».

De repente, oyó la risa de una niña pequeña.
La niña señalaba entusiasmada las flores...

- ¡Mira, padre! ¡Mira cuantas flores!

No hace falta explicar mucho el sentido de esta historia,

La anciana de nuestra historia había hecho su trabajo,
y dejo su herencia a todos los que la pudieran recibir,
a todos los que pudieran contemplarla y ser más felices.

Dicen que aquel hombre, desde aquel día,
hace el viaje de casa al trabajo
con una bolsa de semillas que .va arrojando por la ventanilla
No dejes de sembrar cosas buenas...
Alguien siempre recogerá tu siembra....

LAS MANOS Una hermosa historia ficticia

En el siglo XV, en una pequeña aldea cercana a Nürenberg, vivía una familia con varios hijos. Para poner pan en la mesa para todos, el padre trabajaba casi 18 horas diarias en las minas de carbón, y en cualquier otra cosa que se presentara. Dos de sus hijos tenían un sueño: querían dedicarse a la pintura. Pero sabían que su padre jamás podría enviar a ninguno de ellos a estudiar a la Academia. Después de muchas noches de conversaciones calladas, los dos hermanos llegaron a un acuerdo. Lanzarían al aire una moneda, y el perdedor trabajaría en las minas para pagar los estudios al que ganara... Al terminar los estudios, el ganador pagaría entonces los estudios al que quedara en casa con la venta de sus obras. Así, los dos hermanos podrían ser artistas.

Lanzaron al aire la moneda un domingo al salir de la iglesia. Uno de ellos llamado Albrecht Durero, ganó y se fue a estudiar a Nüremberg. Entonces, el otro hermano, comenzó el peligroso trabajo en las minas, donde permaneció durante los siguientes cuatro años para sufragar los estudios de su hermano, que desde el primer momento fue toda una sensación en la Academia. Los grabados de Albretch, sus tallados y sus óleos llegaron a ser mucho mejores que los de muchos de sus profesores, y para el momento de su graduación, ya había comenzado a ganar considerables sumas con las ventas de su arte.

Cuando el joven artista regresó a su aldea, la familia Durero se reunió para una cena festiva en su honor. Al finalizar la memorable velada, Albretch se puso de pie en su lugar de honor en la mesa, y propuso un brindis por su hermano querido, que tanto se había sacrificado trabajando en las minas para hacer sus estudios una realidad. Y dijo:

- “Ahora, hermano mío, es tu turno. Ahora puedes ir a Nüremberg a perseguir tus sueños, que yo me haré cargo de todos tus gastos."

Todos los ojos se volvieron llenos de expectativa hacia el rincón de la mesa que ocupaba su hermano. Pero éste, con el rostro empapado en lágrimas, se puso en pie y dijo suavemente:

- “No, hermano, no puedo ir a Nüremberg. Es muy tarde para mí. Estos cuatro años de trabajo en las minas han destruido mis manos. Cada hueso de mis dedos de ha roto al menos una vez, y la artritis en mi mano derecha ha avanzado tanto que hasta me costó trabajo levantar la copa durante tu brindis. No podría trabajar con delicadas líneas el compás o el pergamino, y no podría manejar la pluma ni el pincel. No, hermano, para mí ya es tarde. Pero soy feliz de que mis manos deformes hayan servido para que las tuyas ahora hayan cumplido su sueño.”

Más de 450 años han pasado desde ese día. Hoy los grabados, óleos, acuarelas, tallas y demás obras de Albretch Durero pueden ser vistos en museos alrededor de todo el mundo. Pero seguramente usted, como la mayoría de las personas, sólo recuerde uno. Seguramente hasta tenga uno en su oficina o en su casa. Es el que un día, para rendir homenaje al sacrificio de su hermano, Albretch Durero dibujó las manos maltratadas de su hermano, con las palmas unidas y los dedos apuntando al cielo. Llamó a esta poderosa obra simplemente “manos” pero el mundo entero abrió de inmediato su corazón a su obra de arte y se le cambió el nombre por el de “manos que oran”.

La próxima vez que veas una copia de esa obra, mírala bien. Y ojalá que sirva para que, cuando te sientas demasiado orgulloso de lo que haces, y muy pagado de ti mismo, recuerdes que en la vida ¡nadie nunca triunfa sólo!."