sábado, 19 de mayo de 2018

ESCUCHA LO QUE NO TE DIGO


No te dejes engañar por mí.
No te engañen mis apariencias,
Porque son solo una máscara, tal vez mil , que me da miedo quitarme,
Aunque ninguna de ellas me represente.
Aparento sentirme seguro, que todo va de maravilla, tanto dentro como fuera,
Aparento ser la confianza personificada, poseer la calma como una segunda naturaleza,
Controlar la situación y no necesitar a nadie.
Pero no me creas, te lo ruego.

Exteriormente puedo parecer tranquilo,
Debajo, escondido, esta mi verdadero yo,
En la confusión, en el miedo, en la soledad.
Pero lo escondo. No quiero que nadie lo sepa.
Me invade el miedo ante el solo pensamiento de mostrarlo.
Por eso necesito constantemente crear una máscara que me oculte,
una imagen que me proteja de las miradas.
Pero precisamente esa mirada es mi salvación. Y yo lo sé.

Mas, cuando viene acompañada del amor, de una aceptación,
Entonces se convierte en lo único que puede liberarme de mí mismo,
Del mecanismo de barreras que yo mismo he levantado.
Temo que tu mirada no venga acompañada de la aceptación, del amor.
Temo, quizá que puedas torcer tu opinión sobre mí,
Que no me tomes en serio y que tu sonrisa acabe matándome.
Tengo miedo, en el fondo, de no valer nada, y de que tú te des cuenta y me rechaces.
Te cuento todo lo que no cuenta nada y nada de lo que en verdad es importante,
De lo que me atormenta por dentro.
Por eso, cuando descubras esta rutina, no te dejes engañar por mis palabras,

Escucha bien lo que no te digo,
Lo que quisiera decir, lo que necesito decir, pero no logro expresar.
No me gusta esconderme, te lo confieso.
Me encantaría ser espontáneo, honesto y sincero,
Pero tienes que ayudarme.
Por favor tiéndeme tu mano, aunque parezca ser lo último que deseo.
Siempre que tratas de comprenderme, porque me quieres,
Mi corazón palpita fuerte y renace.
Quiero que sepas lo importante que eres para mí
Y el poder que tienes de hacer emerger la persona que soy.
Tan solo tú puedes derribar las barreras tras las que me refugio,
Tan sólo tú puedes quitarme la máscara, tan sólo tú puedes liberarme de mi pequeña y solitaria prisión.
No me ignores, por favor, no pases de largo. Ten paciencia conmigo.
A veces parece que, cuanto más te acercas,
Cuánto más me rebelo contra tu presencia,
Es irracional, pero es así... Lucho contra lo que necesito.
Pero el amor es mas fuerte que toda resistencia, y esa es mi esperanza,
La única esperanza que me queda.
Ayúdame a derribar estas barreras con tus manos fuertes, a la vez que delicadas y suaves,
Porque un niño es siempre algo muy frágil.
¿Quién soy yo?
Soy alguien a quien conoces muy bien...
Soy cada persona que encuentras.

ARRIESGARSE


“Reír, es arriesgarse a parecer tonto.
Llorar es arriesgarse a parecer sentimental.
Alargar el brazo para coger a otro es arriesgarse a implicarse.
Mostrar los sentimientos propios es arriesgarse a mostrarse uno mismo.
Exponer tus ideas o tus sueños, es arriesgarte a perderlos.
Amar es arriesgarse a no ser correspondido.
Vivir es arriesgarse a morir.
Tener esperanzas es arriesgarse a perderlas.
Lanzarte es arriesgarse a fallar.
Pero los riesgos deber ser tomados.
Porque el peligro más grande en la vida es no arriesgar nada.
Si no haces nada, si no arriesgas nada, tu existencia se oscurece.
Se pueden evitar sufrimientos y preocupaciones, pero simplemente no vas a aprender, a sentir, a cambiar, a crecer, a amar ni a vivir.
Encadenado a una actitud de miedo, uno se convierte en esclavo…
Y pierde su libertad.
Sólo eres libre si te arriesgas”
Richard Bach

EL CALEIDOSCOPIO


Existía un hombre que a causa de una guerra en la que había combatido de joven, había perdido la vista. Este hombre, para poder subsistir y continuar con su vida, desarrolló una gran habilidad y destreza con sus manos, lo que le permitió destacarse como un estupendo artesano. Sin embargo, su trabajo no le permitía más que asegurarse el mínimo sustento.
Cierta Navidad quiso obsequiarle algo a su hijo de cinco años, quien nunca había conocido más juguetes que los trastos del taller de su padre con los que fantaseaba reinos y aventuras. Su papá tuvo entonces la idea de fabricarle con sus propias manos un hermoso caleidoscopio como alguno que él pudo poseer en su niñez. Por las noches, fue recolectando piedras de diversos tipos que trituraba en decenas de partes, pedazos de espejos, vidrios, metales.
En la cena de Nochebuena pudo, finalmente imaginar a partir de la voz del pequeño, la sonrisa de su hijo al recibir el precioso regalo. El niño no cabía en sí de la dicha y la emoción que aquella increíble Navidad le había traído de las manos rugosas de su padre ciego.
Durante los días y las noches siguientes el niño fue a todo sitio portando el preciado regalo, y con él regresó a sus clases en la escuela del pueblo. En el receso entre clase y clase, el niño exhibió y compartió lleno de orgullo su juguete con sus compañeros que se mostraban fascinados con aquella maravilla.
Uno de aquellos pequeños, tal vez el mayor del grupo, finalmente se acercó al hijo del artesano y le preguntó con mucha intriga: "Oye, qué maravilloso caleidoscopio te han regalado...¿dónde te lo compraron?, no he visto jamás nada igual en el pueblo..."
Y el niño, orgulloso de poder revelar aquella verdad emocionante desde su pequeño corazón, le contestó: "No, no me lo compraron en ningún sitio... me lo hizo mi papá"
A lo que el otro pequeño replicó con cierto tono incrédulo: "¿Tu padre?...imposible...¡si tu padre es ciego!"
Nuestro pequeño amigo se quedó mirando a su compañero, y al cabo de una pausa de segundos, sonrió como sólo un portador de verdades absolutas puede hacerlo, y le contestó: "Sí... mi papá es ciego ... pero de los ojos... solamente de los ojos..."

El amor solo se puede ver con el corazón... "Lo esencial es invisible a los ojos."

miércoles, 2 de mayo de 2018

SI ME VES CANSADO



Si me ves cansado, fuera del sendero, ya casi sin fuerzas para hacer el camino...
Si me ves sintiendo que la vida es dura, porque ya no puedo,
porque ya no sigo..
Ven a recordarme cómo es un comienzo, ven a desafiarme con tu desafío. Muéveme en el alma, vuélveme al impulso, llévame a mí mismo...
Yo sabré entonces encender mi lámpara en el tiempo oscuro y entre el viento frío volveré a ser fuego desde brazas quietas que alumbren y revivan a mi andar peregrino.
Vuelve a susurrarme aquella consigna del primer paso para un principio.
Muéstrame la garra que se necesita para levantarse desde lo caído.

Si me ves cansado fuera del sendero, sin ver más espacios que el de los abismos.
Trae a mi memoria que también hay puentes, que también hay a las que no hemos visto...
Que vamos armados de fe y de bravura, que seremos siempre lo que hemos creído.
Que somos guerreros de la vida, y todo nos guía hacia nuestro sitio.
Que un primer paso y que un nuevo empeño, nos lleva a la forma de no ser vencidos.
Que el árbol se dobla, se agita, estremece, deshoja y retoña pero queda erguido.
Que el único trecho que da el adelante es aquél que cubre nuestro pie extendido...

Si me ves cansado, fuera del sendero, solitario y triste, quebrado y herido, siéntate a mi lado, tómame las manos, entra por mis ojos hasta mi escondrijo.
Y dime se puede e insiste: se puede, hasta que yo entienda que puedo lo mismo.
Que tu voz despierte, desde tu certeza, al que de cansancio se quedó dormido.
Y tal vez, si quieres, préstame tus brazos, para incorporarme, nuevo y decidido.
Que la unión es triunfo cuando ambos vamos con el mismo brío...

Si me ves cansado, fuera del sendero, lleva mi mirada hacia tu camino hazme ver las huellas, que allá están marcadas, de un paso tras otro por donde has venido...
Y vendrá contigo una madrugada, la voz insistente para un nuevo inicio.
Que abriré otro rumbo porque sí, he creído, que siempre se puede,se puede, MI AMIGO.

Vera da Carvalho.

EL INGENIO DE UNA HORMIGA



Observar detenidamente la vida de las hormigas, realmente me asombré al verlas trabajar con tanto orden y empeño.
Pero una hormiga en particular atrajo mi atención. Negra y de tamaño mediano, la hormiga llevaba como carga una pajita que era seis veces más larga que ella misma.
Después de avanzar casi un metro con semejante carga, llegó a una especie de grieta, estrecha pero profunda, formada entre dos grandes piedras.
Probó cruzar de una manera y de otra, pero todo su esfuerzo fue en vano. Hasta que por fin la hormiguita hizo lo insólito.
Con toda habilidad apoyó los extremos de la pajita en un borde y otro de la grieta, y así se construyó su propio puente, sobre el cual pudo atravesar el abismo.
Al llegar al otro lado, tomó nuevamente su carga y continuó su esforzado viaje sin inconvenientes.
La hormiga supo convertir su carga en un puente, y así pudo continuar su viaje. De no haber tenido esa carga, que bien pesada era para ella, no habría podido avanzar en su camino…
Moraleja
¡Cuántas veces nos quejamos por los problemas, las cargas y las pruebas que debemos soportar! Pero sin darnos cuenta, esas mismas cargas -bien tomadas- pueden convertirse en puentes y peldaños que nos ayudan a triunfar.
Una deficiencia cardíaca hizo de un médico un famoso cardiólogo; el impedimento físico convirtíó al joven en un gran escritor; la timidez del estudiante lo llevó a ser un destacado investigador.
¡Cuántos otros ejemplos podríamos mencionar! Todos para mostrar la misma verdad; que con frecuencia debemos padecer males para disfrutar luego de los bienes mayores; que debemos llevar con valor nuestras cargas para luego convertirlas en puentes de éxito y prosperidad.
¿Estás soportando en este momento algún problema o adversidad? Recuerda que nada conseguirás quejándote o angustiándote. Confía en Dios, Él no permitirá que la prueba te aniquile, Más bien te dará fuerzas para seguir con valor y lograr mayores alturas.

EL PODER DE UN PUEBLO ORANDO


Esto sucedió en la Segunda Guerra Mundial:
Winston Churchil, primer ministro de Inglaterra, durante la Segunda Guerra Mundial, en un momento se vio perdido, porque Hitler venia a invadir a Inglaterra.

Llamo a sus colaboradores y les dijo: Hitler, está en camino, viene a invadirnos, todos moriremos, su armamento y soldados son muy superiores a los nuestros, tenemos una sola salida, comunicaremos a toda la nación a través de cadena nacional, para que todos nos pongamos a orar, pidamos a Dios que salve a nuestras familias y a nuestro país.
Fue así como todos los ingleses de todas las religiones, comenzaron a clamar a Dios por sus vidas y para que el enemigo no los invadiera.

Pasaron los días y Hitler con su ejército nunca llegó. Más tarde se supo que una bruma muy espesa cubrió al enemigo, perdidos decidieron regresar a su país.
Es muy interesante las declaraciones que hizo la reina de Inglaterra:
«Le temo mas a un ejército de personas orando, que a un ejército militar»



AHORRANDO VIDA


Nos hemos acostumbrado a vivir en departamentos y a no tener otra vista que no sea la de las ventanas de alrededor y claro al no tener vistas ya no miramos hacia afuera.
Como no miramos al exterior, nos acostumbramos a mantener las cortinas cerradas y eso hace que tengamos que encender las luces más temprano.
A medida que nos acostumbramos, olvidamos el sol, olvidamos el aire, nos olvidamos del mundo exterior. Nos hemos acostumbrado a despertarnos sobresaltados porque no sonó el despertador y se nos hizo tarde, a tomarnos el café corriendo porque estamos atrasados.
A leer el diario en el autobús, a comer un sándwich a toda prisa porque no tenemos tiempo para almorzar.
A salir del trabajo ya de noche; a dormir en el autobús de regreso a casa porque estamos cansados. A cenar rápido y acostarnos sin haber disfrutado ni aprovechado el día.
A pensar que las personas cercanas a nosotros estarán siempre ahí y a creer que están bien, sin preocuparnos por averiguarlo.
A escuchar excusas: Es que hoy no puedo ir…
Y a decir palabras sin decir nada: “A ver cuándo nos vemos…”
Vivimos aprendiendo a sonreír a personas que nunca nos devolverán la sonrisa. A ser ignorados cuando más necesitábamos ser vistos. Si el cine está lleno nos aguantamos y nos conformamos con sentarnos en primera fila aunque tengamos que torcer un poco el cuello. Si el trabajo está complicado, nos consolamos pensando en el fin de semana; y si…
Y si el fin de semana no hay mucho que hacer, o andamos cortos de dinero, nos vamos a dormir temprano y listo, porque de todas maneras siempre tenemos sueño atrasado.
Es como si viviéramos a medias, como si nos hubiéramos acostumbrado a ahorrar vida… De todas formas, la vida aunque sea sin disfrutarla, también se gasta, que le vamos a hacer; estamos tan acostumbrados a no disfrutar de las cosas que al final nos conformamos con pasar por la vida en lugar de VIVIR.
El tiempo no se puede atrapar, mucho menos almacenar; nuestra existencia transcurre a gran velocidad, pero mientras tengamos vida, tenemos la oportunidad de cambiar nuestros hábitos, de tener una mejor calidad de vida, de aprovechar y disfrutar cada respiro, y cada latido de nuestro corazón.
No trasformemos nuestra vida en una rutina inútil que nos haga infelices.
Dios pone a nuestra disposición todos los elementos para ser personas felices, satisfechas y agradecidas por ese gran regalo que es la vida y que con tanto amor nos ha sido otorgado.
“La vida no está hecha para ahorrarla… sino para ser vivida plenamente”