Observar detenidamente la vida de las hormigas,
realmente me asombré al verlas trabajar con tanto orden y empeño.
Pero una hormiga en particular atrajo mi atención. Negra y de tamaño
mediano, la hormiga llevaba como carga una pajita que era seis veces más larga
que ella misma.
Después de avanzar casi un metro con semejante carga, llegó a una
especie de grieta, estrecha pero profunda, formada entre dos grandes piedras.
Probó cruzar de una manera y de otra, pero todo su esfuerzo fue en vano.
Hasta que por fin la hormiguita hizo lo insólito.
Con toda habilidad apoyó los extremos de la pajita en un borde y otro de
la grieta, y así se construyó su propio puente, sobre el cual pudo atravesar el
abismo.
Al llegar al otro lado, tomó nuevamente su carga y continuó su esforzado
viaje sin inconvenientes.
La hormiga supo convertir su carga en un puente, y así pudo continuar su
viaje. De no haber tenido esa carga, que bien pesada era para ella, no habría
podido avanzar en su camino…
Moraleja
¡Cuántas veces nos quejamos por los problemas, las cargas y las pruebas
que debemos soportar! Pero sin darnos cuenta, esas mismas cargas -bien tomadas-
pueden convertirse en puentes y peldaños que nos ayudan a triunfar.
Una deficiencia cardíaca hizo de un médico un famoso cardiólogo; el
impedimento físico convirtíó al joven en un gran escritor; la timidez del
estudiante lo llevó a ser un destacado investigador.
¡Cuántos otros ejemplos podríamos mencionar! Todos para mostrar la misma
verdad; que con frecuencia debemos padecer males para disfrutar luego de los
bienes mayores; que debemos llevar con valor nuestras cargas para luego
convertirlas en puentes de éxito y prosperidad.
¿Estás soportando en este momento algún problema o adversidad? Recuerda
que nada conseguirás quejándote o angustiándote. Confía en Dios, Él no
permitirá que la prueba te aniquile, Más bien te dará fuerzas para seguir con
valor y lograr mayores alturas.
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