lunes, 2 de enero de 2017

EL LIBRO DE TU VIDA

Hoy cierras un volumen más del libro de tu vida, pues acaba el año. Cuando comenzaste este libro todo era tuyo, te lo puso Dios en las manos, podías hacer de él lo que quisieras: un poema, una pesadilla, una blasfemia, un sistema, una oración... Podías... Hoy ya no puedes; no es tuyo, ya lo has escrito, ahora es de Dios. Te lo va a leer Dios el mismo día en que mueras con todos sus detalles. Ya no puedes corregirlo. Ha pasado al dominio de la eternidad.

Piensa por unos momentos en esta última noche del año. Toma tu viejo libro y hojéalo despacio, deja pasar sus páginas por tus manos y por tu conciencia. Ten el gusto de verte a ti mismo. Lee todo. Repite aquellas páginas de tu vida en las que pusiste tu mejor estilo.
No te olvides de que uno de tus mejores maestros eres tú mismo. Lee también aquellas páginas que quisieras no haber escrito nunca. No, no intentes arrancarlas. Es inútil, ten valor para leerlas. Son tuyas, no puedes arrancarlas; pero puedes anularlas cuando escribas tu siguiente libro. Si lo haces, Dios pasará éstas de corrido cuando lea tu próximo libro en el último día.

Lee tu libro viejo en la última noche del año. Hay en él trozos de ti mismo, es un drama apasionado en el que el primer personaje eres tú. Tú en la escena con Dios, con tu familia, con tu trabajo, con la sociedad. Tú lo has escrito con el instrumento asombroso de tu libre albedrío sobre la superficie inmensa y movediza del mundo. Es un libro misterioso que en su mayor parte, la más interesante, no pueden leerlo más que Dios y tú.
Si tienes ganas de besarlo, bésalo; si quieres llorar, llora; llora fuerte sobre tu libro viejo en esta última noche del año. Pero sobre todo, reza sobre tu libro viejo. Tómalo entre tus manos, levántalo hacia el cielo y dile a Dios solo dos cosas: ¡Gracias! y ¡Perdón!... Después dáselo a Cristo.

No importa cómo esté, aunque tenga páginas negras. Cristo sabe perdonar. Esta noche te ha de dar Dios otro libro completamente blanco y nuevo. Es todo tuyo. Vas a poder escribir en él lo que quieras.

Pon el nombre de Dios en la primera página. Después dile que no te deje escribirlo solo. Dile que te lleve siempre de la mano... y del corazón...


viernes, 30 de diciembre de 2016

EL BALANCE DEL AÑO

Mi percepción a medida que envejezco es que no hay años malos. Hay años de fuertes aprendizajes y otros que son como un recreo, pero malos no son. Creo firmemente que la forma en que se debería evaluar un año tendría más que ver con cuánto fuimos capaces de amar, de perdonar, de reír, de aprender cosas nuevas, de haber desafiado nuestros egos y nuestros apegos.
Por eso, no debiéramos tenerle miedo al sufrimiento ni al tan temido fracaso, porque ambos son sólo instancias de aprendizaje.
Nos cuesta mucho entender que la vida y el cómo vivirla depende de nosotros, el cómo enganchamos con las cosas que no queremos, depende sólo del cultivo de la voluntad. Si no me gusta la vida que tengo, deberé desarrollar las estrategias para cambiarla, pero está en mi voluntad el poder hacerlo.
“Ser feliz es una decisión”, no nos olvidemos de eso. Entonces, con estos criterios me preguntaba qué tenía que hacer yo para poder construir un buen año porque todos estamos en el camino de aprender todos los días a ser mejores y de entender que a esta vida vinimos a tres cosas:
1.     A aprender a amar.
2.     A dejar huella.
3.     A ser felices.
Crear calidez dentro de nuestras casas, hogares, y para eso tiene que haber olor a comida, cojines aplastados y hasta manchados, cierto desorden que acuse que ahí hay vida.
Nuestras casas independientes de los recursos se están volviendo demasiado perfectas que parece que nadie puede vivir adentro.
Tratemos de crecer en lo espiritual, cualquiera sea la visión de ello. La trascendencia y el darle sentido a lo que hacemos tiene que ver con la inteligencia espiritual. Tratemos de dosificar la tecnología y demos paso a la conversación, a los juegos “antiguos”, a los encuentros familiares, a los encuentros con amigos, dentro de casa. Valoremos la intimidad, el calor y el amor dentro de nuestras familias. Si logramos trabajar en estos puntos y yo me comprometo a intentarlo, habremos decretado ser felices, lo cual no nos exime de los problemas, pero nos hace entender que la única diferencia entre alguien feliz o no, no tiene que ver con los problemas que tengamos sino que con la ACTITUD con la cual enfrentemos lo que nos toca.
Dicen que las alegrías, cuando se comparten, se agrandan. Y que en cambio, con las penas pasa al revés. Se achican.
Tal vez lo que sucede, es que al compartir, lo que se dilata es el corazón.
Y un corazón dilatado esta mejor capacitado para gozar de las alegrías y mejor defendido para que las penas no nos lastimen por dentro.

Por MAMERTO MENAPACE 
Monje Benedictino

Valorar la vida

Hoy estuve pensando en la mala costumbre que tenemos los seres humanos de valorar algo solamente en su ausencia.
Valoramos el dinero cuando nos falta.
Valoramos el tiempo cuando estamos muriendo.
Valoramos la familia cuando la perdimos.
Valoramos el frío cuando hace calor, y deseamos que haga calor cuando hace frío.
Solamente cuando recibimos un golpe bajo, dejamos de posponer la vida para después.
Vivimos de recuerdos del pasado, o anhelando un futuro que ni sabemos si vamos a alcanzar, mientras sufrimos el presente como si nos encontráramos en una prisión sin salida.
Nos quejamos de nuestros hijos pequeños, y luego cuando crecen deseamos que vuelvan a ser niños.
Vivimos discutiendo con nuestros padres, y luego cuando mueren, anhelamos con todo nuestro ser poder retroceder el tiempo y darles tan solo un abrazo más.
Nos quejamos de todo lo que nos falta, y nos olvidamos de disfrutar de lo que nos sobra.
El ayer ya pasó, y el futuro es incierto.
Solamente nos queda vivir aquí, y ahora, y sembrar lo mejor que tengamos, confiando en que vamos a cosechar lo mejor después.
¿Por qué esperar para decir TE AMO?
¿Por qué no luchar hoy por lo que deseas?
¿Por qué guardarte sonrisas, abrazos, y besos?
¿Por qué no pedir perdón?
Nunca creemos que se nos puede acabar el tiempo, hasta que se nos acaba.
Nunca creemos que podemos perder algo, hasta que lo perdemos.
Nunca creemos que vamos a morir, hasta que estamos muriendo.
¿Por qué no mejor disfrutar del sol, cuando está brillando?
¿Por qué no mejor dejar que la lluvia nos moje, cuando está lloviendo?
¿Por qué no reír cuando estamos felices, y llorar cuando sufrimos?
Sufrir, también es vivir. Que duela también es señal de que puedes SENTIR. Sentir, todavía es señal de que hay ESPERANZA.
No esperes a enterarte de que estás muriendo, para empezar a vivir. La vida es solo esto, el AQUÍ y el AHORA. ¡Todo lo demás es ilusión!

Cuanta razón existe en ésta reflexión, solo por hoy viviré cada instante de mi vida. Y sobre todo Agradecer a Dios por darnos aliento de vida, la oportunidad de corregir los errores.

jueves, 22 de diciembre de 2016

VIDA



Ya perdoné errores casi imperdonables.
Trate de sustituir personas insustituibles,
de olvidar personas inolvidables.

Ya hice cosas por impulso.

Ya me decepcioné con algunas personas,
mas también yo decepcioné a alguien

Ya abracé para proteger.
Ya me reí cuando no podía.
Ya hice amigos eternos.
Ya amé y fui amado pero también fui rechazado.
Ya fui amado y no supe amar.

Ya grité y salté de felicidad.
Ya viví de amor e hice juramentos eternos,
pero también los he roto y muchos.

Ya lloré escuchando música y viendo fotos.
Ya llamé sólo para escuchar una voz.

Ya me enamoré por una sonrisa.
Ya pensé que iba a morir de tanta nostalgia y..

Tuve miedo de perder a alguien especial
(y termine perdiéndolo) ¡¡
pero sobreviví !!
Y todavía vivo !!
No paso por la vida.

Y tú tampoco deberías sólo pasar ...
VIVE!!!

Bueno es ir a la lucha con determinación
abrazar la vida y vivir con pasión.

Perder con clase y vencer con osadía,
porque el mundo pertenece a quien se atreve
y la vida es mucho más para ser insignificante.

Charles Chaplin


CUANDO ME AME DE VERDAD

"Cuando me amé de verdad
comprendí que en cualquier circunstancia,
yo estaba en el lugar correcto, en la hora correcta,
y en el momento exacto, y entonces, pude relajarme.
Hoy sé que eso tiene un nombre… 
Autoestima
Cuando me amé de verdad,
pude percibir que mi angustia,
y mi sufrimiento emocional, no es sino una señal
de que voy contra mis propias verdades.
Hoy sé que eso es… 
Autenticidad
Cuando me amé de verdad,
dejé de desear que mi vida fuera diferente,
y comencé a aceptar todo lo que acontece,
y que contribuye a mi crecimiento.
Hoy eso se llama… 
Madurez
Cuando me amé de verdad,
comencé a percibir que es ofensivo tratar de forzar alguna situación, o persona,
sólo para realizar aquello que deseo, aun sabiendo que no es el momento,
o la persona no está preparada, inclusive yo mismo.
Hoy sé que el nombre de eso es… 
Respeto
Cuando me amé de verdad,
comencé a librarme de todo lo que no fuese saludable:
personas, situaciones y cualquier cosa
que me empujara hacia abajo.
De inicio mi razón llamó a esa actitud egoísmo.
Hoy se llama… 
Amor Propio
Cuando me amé de verdad,
dejé de temer al tiempo libre
y desistí de hacer grandes planes,
abandoné los mega-proyectos de futuro.
Hoy hago lo que encuentro correcto, lo que me gusta,
cuando quiero, y a mi propio ritmo.
Hoy sé que eso es… 
Simplicidad y Sencillez
Cuando me amé de verdad,
desistí de querer tener siempre la razón,
y así erré menos veces.
Hoy descubrí que eso es… 
Humildad
Cuando me amé de verdad,
desistí de quedarme reviviendo el pasado,
y preocupándome por el futuro.
Ahora, me mantengo en el presente,
que es donde la vida acontece. Hoy vivo un día a la vez.
Y eso se llama… 
Plenitud
Cuando me amé de verdad,
percibí que mi mente puede atormentarme y decepcionarme.
Pero cuando la coloco al servicio de mi corazón,
ella tiene una gran y valioso aliado.
Todo eso es… 
Saber Vivir
No debemos tener miedo de cuestionarnos,
de hecho hasta los planetas chocan,
y del caos suelen nacer la mayoría de las estrellas."

–Charles Chaplin

martes, 20 de septiembre de 2016

REFLEXION DE UNA MUJER MADURA.


Dicen que, a cierta edad, las mujeres nos hacemos invisibles, que nuestro protagonismo en la escena de la vida declina, y que nos volvemos inexistentes para un mundo en el que sólo cabe el ímpetu de los años jóvenes.

Yo no sé si me habré vuelto invisible para el mundo, es muy probable, pero nunca fui tan consciente de mi existencia como ahora; nunca me sentí tan protagonista de mi vida, y nunca disfruté tanto de cada momento de mi vida.

Descubrí que no soy una princesa de cuento de hadas; descubrí al ser humano que sencillamente soy, con sus miserias y sus grandezas.

Descubrí que puedo permitirme el lujo de no ser perfecta, de estar llena de defectos, de tener debilidades, de equivocarme, de hacer cosas indebidas, de no responder a las expectativas de los demás. Y, a pesar de ello, quererme mucho.

Cuando me miro al espejo ya no busco a la que fuí en el pasado… sonrío a la que soy HOY…. me alegro del camino andado, y asumo mis contradicciones.

Siento que debo saludar, a la joven que fui, con cariño, pero dejarla “a un lado”, porque ahora me estorba. Su mundo de ilusiones y fantasía ya no me interesa.

¡Qué bien no sentir ese desasosiego permanente que produce correr tras los sueños!

La vida es tan corta y el oficio de vivirla es tan difícil, que cuando uno comienza a aprenderlo, ya hay que morirse.

El ser humano tarda mucho en madurar, ¿verdad? TENER-RETENER. Las realidades más grandes y más bellas tanto más las tendrás cuanto menos las poseas y retengas.


Si quieres tener el mar, contémplalo, y abre tus manos en sus aguas, y todo el mar estará en ellas. Porque si cierras tus manos para retenerlo, se quedarán vacías.

Si quieres tener un amigo peregrino, déjalo marchar y lo tendrás… porque si lo retienes posesivamente, lo estarás perdiendo, y tendrás un prisionero.

Si quieres tener el viento, extiende tus brazos, abre tus manos y todo el viento será tuyo, porque si quieres retenerlo, te quedarás sin nada.

Si quieres tener a tu hijo, déjalo crecer, déjalo partir y que se aleje… lo tendrás maduro a su regreso, porque si lo retienes dominado, lo pierdes para siempre.

Si quieres tener el sol y gozar de su luz maravillosa, abre los ojos y contempla… porque si los cierras para retener la luz que ya alcanzaste, te quedarás a oscuras.

Si quieres vivir el gozo de Tener, libérate de la manía de poseer y retener. Goza de la mariposa que revolotea, goza del río que corre huidizo.

Goza de la flor que se abre cara al cielo. Goza teniendo todo, sin poseerlo y sin retenerlo.

Sólo así gozarás de la vida, sabiendo que la tienes sin poseerla, y dejándola correr sin retenerla.


APRENDE DE LAS ADVERSIDADES

De tanto perder aprendí a ganar...
De tanto llorar se me dibujo esta sonrisa.
Conozco tanto el piso que sólo miro el cielo.
Toqué tantas veces fondo que cada vez que bajo ya se que mañana subiré...
Me asombra tanto cómo es el ser humano, que aprendí a ser yo mismo.
Tuve que sentir la soledad para aprender acompañarme...
Intenté ayudar tantas veces a los demás, que aprendí a esperar a que me pidan ayuda.
Hago sólo lo que debo, de la mejor forma que puedo y los demás que hagan lo que quieran.
Ví tantas liebres correr sin sentido que aprendí a ser tortuga y apreciar el recorrido…
y lo más importante.... aprendí a ser feliz con las personas que realmente me hacen sentir bien con solo una sonrisa !!! 

Tienes que darte cuenta de que tu puedes.
Tienes que tener fe en la única persona a la que tal vez, nunca has escuchado.... a ti.

Empieza a creer en ti, y veras como tus sueños se pueden convertir en realidad. Tienes poder, sabiduría y amor ilimitados a tu disposición.

La victoria fue siempre para quien jamás dudo de si misma...

Fija tus ojos hacia adelante en lo que puedes hacer...y no hacia atrás en lo que no puedes cambiar
"Las personas siempre culpan a las circunstancias, pero no es así, quienes  salen adelante son quienes  buscan las condiciones y si no las encuentran las crean" .
 

.La vida es una oportunidad, beneficiáte de ella.
La vida es belleza, admírala. La vida es un sueño, alcánzalo.
La vida es un desafío, enfréntalo, La vida es un juego, juégalo