viernes, 25 de marzo de 2016

UNA FACTURA PARA MAMÁ


Guillermo se parecía mucho a su papá. Todo el mundo lo notaba. Se llamaba igual que su papá. Hasta caminaba y hablaba como su papá. Un día mientras Guillermo pensaba en eso, se dijo: “Todos dicen que soy como Papá. Pero hay algo en que no nos parecemos. Papá gana su dinero y yo no gano nada, aunque trabajo mucho aquí en casa.
Todo el que trabaja recibe un sueldo. Yo trabajo más que todo para mi mamá. Le cobraré a Mamá por el trabajo que hago y así tendré dinero para gastar”.
Cuanto más consideraba el asunto, más le parecía la idea de cobrarle a su mamá. Un día buscó papel y un lápiz. 
Comenzó a hacerle una factura a la mamá. Sabía bien como hacerla, a la izquierda apuntó el trabajo que él hacía, y a la derecha la cantidad que cobraba.
Guillermo decidió cobrarle por semana. Como título escribió: “Lo que Mamá le debe a Guillermo”. Después hizo la lista:
Cargar leña……………………….$0,50
Cargar agua………………………$0,50
(Estos dos trabajos eran pesados y los hacía a diario. Sin duda valían más que $0,50, pero decidió conformarse con esa cantidad).
Ir a la tienda……………………..$0,50
(No le tocaba ir a menudo, pero la tienda quedaba bastante lejos y le costaba cargar las compras.) Siguió escribiendo:
Cuidar a la hermanita……………$0,75
(Mamá la ponía en el cochecito, y le decía:”Llévala a la terraza  y no la dejes llorar,”Así que le tocaba pasearla, mientras los amigos que pasaban por allí le decían:”¡Hola, niñera!; ¡Eres una chica!”. Por supuesto que esa humillación valía $0,75.) Siguió listando:
Barrer el portal……………………$0,25
(El portal abarcaba los dos lados de la casa y había que barrerla a menudo)
Cortar el césped y desyerbar…..$0,50
(Éste era el trabajo más duro. Siempre había algo que desyerbar)
La factura parecía bastante grande. Por el momento Guillermo no quiso hacerla más grande. Sumó las cantidades y escribió:
Total de lo que Mamá le debe a Guillermo……..$3,00
¡Qué plan tan bueno! ¡Qué bien lo iba a pasar, comprando goma de mascar, canicas y golosinas!
No hallaba como entregarle a su mamá la factura. No le parecía la idea de solamente presentársela y decir: “Mamá, aquí tiene una factura de lo que me debe”. Decidió ponerla debajo del plato de su mamá justo antes de la cena.
Cuando la mamá encontró la factura, la metió en el bosillo de su delantal sin decir nada. Terminaron de cenar y lavaron los platos. Mamá todavía no había dicho nada de la factura. Se acostaron sin que se hubiera dicho algo de pagarle a Guillermo. Él se preguntaba cuando le pagaría su mamá. Le costó conciliar el sueño. A la mañana siguiente, al despertarse, lo primero que pensó fue: “Me pregunto cuando me va a pagar”. Pasó la hora del desayuno y la del almuerzo, sin que la mamá comentara algo de la factura o que la pagara.
Llegó la hora de la cena. Después de pedir la bendición por la comida, Guillermo encontró un papelito debajo de su plato. Comenzó a leerlo. El título decía: “Lo que Guillermo le debe a Mamá”.
-”Yo no sabía que le debía algo”- se dijo para sí Guillermo. Siguió leyendo:
Preparar tres comidas diarias los 365 días del año…………………………$0,00
Cuidar a Guillermo cuando está enfermo…………………………………….$0,00
Remendar la ropa de Guillermo………………………………………………..$0,00
Lavar y planchar la ropa de Guillermo………………………………………..$0,00
Seguía una lista de todo lo que hace una madre por sus hijos. Después decía:
Total de lo que Guillermo le debe a Mamá…………………………………..$0,00
Cuando Guillermo terminó de leer la factura, se bajó de la silla. Se acercó a su mamá y la abrazó mientras le decía:
-Mamá, si me perdona, le prometo nunca hacerle otra factura

CONTRADICCIONES



Hoy tenemos edificios más altos y autopistas más anchas, pero temperamentos más cortos y puntos de vista más estrechos.

Gastamos más, pero disfrutamos menos.

Tenemos casas más grandes, pero familias más chicas.

Tenemos más compromisos, pero menos tiempo.

Tenemos más conocimientos, pero menos criterio.

Tenemos más medicinas, pero menos salud.

Hemos multiplicado nuestras posesiones, pero hemos reducido nuestros valores.

Hablamos mucho, amamos poco y odiamos demasiado.

Hemos llegado a la Luna y regresamos, pero tenemos problemas para cruzar la calle y conocer a nuestro vecino.

Hemos conquistado el espacio exterior pero no el interior.

Tenemos mayores ingresos, pero menos moral.

Estos son tiempos con más libertad, pero menos alegría.

Con más comida, pero menos nutrición.

Son días que llegan dos sueldos a casa, pero aumentan los divorcios.

Son tiempo de casas más lindas, pero más hogares rotos.

Por todo esto, propongo que de hoy en adelante, no guardes nada “Para una ocasión especial”, porque cada día que vivas es una ocasión especial.

Busca a Dios, aprende a conocerle, lee más, siéntate en la terraza y admira la vista sin fijarte en las malas hierbas.

Pasa más tiempo con tu familia y con tus amigos, come tu comida referida, visita los sitios que ames.

La vida es una sucesión de momentos para disfrutar, no es solo para sobrevivir.

Usa tus copas de cristal, no guardes tu mejor perfume, úsalo cada vez que te den ganas de hacerlo.

Las frases “Uno de estos días”, “Algún día”, quítalas de tu vocabulario. Escribamos aquella carta que pensábamos escribir, “Uno de estos días”.

Digamos hoy a nuestros familiares y amigos, cuanto los queremos.

Por eso, no retardes nada que agregaría risa y alegría a tu vida.

Cada día, hora, y minuto son especiales… y no sabes si pudiera ser el último…

Si estas tan ocupado y no puedes tomarte unos minutos para mandar un saludo a alguien que tu quieras, y dices a ti mismo que lo harás “Uno de estos días” piensa que “Uno de estos días” puede estar muy lejos.

CAMBIO DE ACTITUD

Una empresa estaba en una difícil situación, las ventas iban mal, los trabajadores y colaboradores estaban desanimados y la situación financiera del negocio era extremadamente crítica.
 Era preciso hacer algo para revertir la situación.
 Nadie quería asumir responsabilidades. Por el contrario, el personal sentía el desamparo y la rápida extinción de la empresa.
 Ellos consideraban que alguien debía tomar la iniciativa para revertir la situación.
 Un día, cuando los funcionarios y los trabajadores llegaron al trabajo, encontraron en la portería un cartel que decía:
 "En el día de ayer falleció la persona que impedía el crecimiento de nuestra empresa. Usted está invitado a participar de los funerales en el salón de deportes."
 Todos sintieron tristeza ante la muerte de un compañero, pero a la vez tuvieron curiosidad por la persona que frenaba el crecimiento de la empresa.
 La agitación en el salón de deportes era muy grande por lo que fue preciso llamar a seguridad para organizar a los asistentes.
 A medida que las personas se aproximaban al féretro la ansiedad aumentaba.
 Se preguntaban - ¿Quién será el que entorpecía el progreso de nuestra empresa?
Uno a uno, se aproximaban deseosos de conocer al personaje en cuestión. Pero al acercarse al féretro quedaban pasmados y en absoluto silencio, no se lo podían creer, jamás hubiesen imaginado lo que había dentro…
 ¡Había un espejo!.., en el que se reflejaba la cara de cada uno que lo mirara.

 Sólo existe una persona capaz de limitar tu crecimiento, tú mismo.
Tú eres la única persona que puede perjudicar tu vida.
Cuando tú fallas, no intentes hallar otros culpables.

FRASES CELEBRES


v  Cuidado a quien pisas para subir, porque quizás te lo encuentres al bajar. Marcela Jalife
v  Dentro de veinte años estarás más decepcionado por lo que no hiciste, que por lo que hiciste. Mark Twain
v   Nunca se da tanto, como cuando se da esperanzas. Anatole France
v  La felicidad es tener buena salud y mala memoria. Ingrid Bergman
v  Aquel que no puede tener lo que quiera, debe querer lo que puede tener. José Ortega y Gasset
v  Muéstrame un hombre satisfecho y te mostraré a un hombre fracasado. Thomas A. Edison 
v  El auténtico amigo es el que sabe todo sobre ti y sigue siendo tu amigo. Kurt Cobain
v  Si juzgas a un pez por su habilidad para subir un árbol, pasará toda su vida pensando que es un estúpido. Albert Einstein
v  Quien sobrevive no es el más fuerte, ni el más inteligente, sino el que se adapta mejor al cambio. Charles Darwin
v  Es mejor mantener la boca cerrada y parecer ser estúpido, que abrirla y despejar toda duda. Mark Twain
v  Esperar que la vida te trate bien porque eres buena persona, es como esperar que un tigre no te ataque porque eres vegetariano. Bruce Lee
v   No importa cuántos errores cometas, siempre estarás por delante de aquellos que no lo intentan. Anthony Robbins
v  La única manera de conservar la salud es comer lo que no quieres, beber lo que no te gusta y hacer lo que preferirías no hacer. Mark Twain
v  Si me caí es porque estaba caminando y caminar vale la pena, aunque te caigas. Eduardo Galeano
v   Un hombre con una nueva idea le dicen loco, hasta que ésta triunfa. Mark Twain
v  Mi corazón está roto, pero tengo suficiente pegamento. Kurt Cobain
v  Las mujeres han sido hechas para ser amadas, no para ser comprendidas. Oscar Wilde
v  El hombre no tiene amigos, los tiene su felicidad. Nunca sabremos cuales son nuestros verdaderos amigos, hasta que caigamos en desgracia. Napoleon Bonaparte 
v  Pregúntate si lo que estás haciendo hoy te acerca al lugar en el que quieres estar mañana. Walt Disney
v   Qué mejor forma de castigar a esos falsos amigos que olvidándolos. Woody Allen
v  Si quieres conocer a una persona, no le preguntes lo que piensa sino lo que ama. San Agustín
v  La vida solo te sonríe cuando dejas de pensar que es una mierda. Tom Felton
v  Cuenta tu edad por los amigos hechos, no por los años. Cuenta tu vida por las sonrisas vividas, no por las lágrimas. John Lennon
v  Ponle corazón a las cosas que no quieres sentir. Johnny Depp
v  Sólo los enemigos dicen la verdad. Los amigos y los amantes siempre mienten en algún punto. Stephen King
v  Es mejor acostarse sin cenar que levantarse con deudas. Benjamin Franklin
v  La nueva moneda del siglo XXI es el tiempo. Ismael El-Qudsi
v   Que rápido pasa el tiempo cuando se hace el amor. Que rápido se va el amor cuando se deshace el tiempo. Alejandro Esparza
v   La felicidad consiste en poner de acuerdo tus pensamientos, tus palabras y tus hechos. Mahatma Gandhi


LLEVA TU CRUZ


No existe únicamente la Cruz de Cristo, existe también nuestra cruz.
Y, entonces, ¿cuál es esta cruz? Amigo, quiero decirte dos palabras, a este propósito, con mucha claridad, como se hace entre verdaderos amigos.
Tenlo presente. La cruz que no te va bien es precisamente la tuya.
La cruz no es un vestido, ni un par de zapatos que te deben venir a la medida. La cruz jamás va a la medida de tu gusto y de tus exigencias particulares. Desgarra, magulla, araña, arranca la piel, aplasta, doblega...

Y, sin embargo, no hay duda. Para que sea de verdad tuya, la cruz no debe irte bien. Por cualquier lado que la mires, la cruz nunca va bien.
Tampoco a Cristo le iba bien su cruz. No le fue bien la traición de Judas, el sueño de los apóstoles, la conjura de sus enemigos, la fuga de sus amigos, las negociaciones de Pedro, las burlas de los soldados, el grito feroz del pueblo.
La cruz, para que lo sea, no debe irte bien.
Esa cruz que te viene encima en el momento menos oportuno -una enfermedad que te pilla mientras tienes muchas cosas que hacer y que te echa por tierra un montón de proyectos -es la "tuya".

Esa cruz que nunca hubieras esperado -aquel golpe cobarde que te ha venido de un amigo, aquella frase que tenía el chasquido de un latigazo, aquella calumnia que te ha dejado sin respiración- es "tu" cruz.
Esa cruz que tú no habrías elegido nunca entre otras mil -"una cosa así no debía sucederme a mí"- no hay duda: es "tu" cruz.
Esa cruz que te parece excesiva, disparatada, desproporcionada a tus débiles fuerzas -"es demasiado, no puedo más"- no pertenece a los otros: es la "tuya".
No te hagas ilusiones. No existe una cruz a la medida.
Para ser cruz tiene que estar fuera de medidas.
Intenta buscar. Registra por todas partes. Examina todo bien.
Valóralo con atención. Y, si encuentras al final la cruz que te va bien, tírala. Esa, ciertamente, no es la tuya.

Las señales para reconocer si una cruz es tuya son desconcertantes: imprevisión, repugnancia, malestar, imposibilidad, inoportunidad, sentido de debilidad.
Si una cruz se te presenta como antipática, desagradable, excesiva, demasiado ruda, insoportable, no dudes en cargar con ella. Te pertenece.
Por otra parte, no importa que no sea "tuya" en el momento de partir. Llegará a serlo durante el camino, a través de una cierta familiaridad que se establecerá entre tú y ella.
Al principio se te presentará como si te fuera extraña.
Después descubrirás que es verdaderamente tuya.
Sólo llevándola te darás cuenta de que esa cruz es "tuya".
Esto no quiere decir, entiéndase bien, que las relaciones entre tú y la cruz se hagan idílicas, que todo marche bien. Con la cruz no hay nada que marche bien. La cruz marca surcos profundos en las espaldas y en el corazón.

Pero, a pesar de todo, se establecerá una familiaridad. Una familiaridad sufrida, pero justificada por el sentido que se descubre poco a poco, caminando. Y aun cuando el significado no aparezca claro, siempre está la fe que te invita a dejarte conducir de la mano de alguien que sabe.
No eres tú quien tiene que saber.
¿Qué es la fe?: Fe, quiere decir simplemente, saber que él sabe, aun cuando tú estés a oscuras.
Adelante, pues, con esa cruz que no te va bien. Con la cruz que no está hecha a medida.
Lo que cuenta no es que la cruz esté hecha a tu medida.

Lo esencial es que tú seas a la medida de Cristo.

EL ARTE DE HABLAR Y LA VIRTUD DE CALLAR


Sí, hablar es fácil, pero CALLAR, requiere prudencia y dominio. Cristo como hombre, estuvo callado vivió en silencio e ignorado durante treinta años, para poder hablar como Dios por espacio de tres años solamente.
La Palabra de Cristo al promulgar su obra redentora, fue amable, atrayente, pero decisiva penetrante y convincente. Llamó al pan, pan, y al vino, vino sin rodeos y con sencillez. Pero cuando calló, no se defendió contra las infamias, calumnias, acusaciones, injusticias, atropellos y crímenes. Porque es inútil y contraproducente hablar a personas de antemano predispuestas.

Nos dio los siguientes ejemplos:
Hablar oportunamente, es ACIERTO
Hablar frente al enemigo, es CIVISMO
Hablar ante una injusticia, es VALENTÍA
Hablar por rectificar, es un DEBER
Hablar para defender, es COMPASIÓN
Hablar ante un dolor, es CONSOLAR
Hablar para ayudar a otros, es CARIDAD
Hablar con sinceridad, es RECTITUD
Hablar de sí mismo, es VANIDAD
Hablar restituyendo fama, es HONRADEZ
Hablar aclarando chismes, es OBLIGACIÓN
Hablar disipando falsedades, es de CONCIENCIA
Hablar debiendo callar, es NECEDAD
Hablar por hablar, es TONTERÍA
Hablar de Dios, significa MUCHO AMOR.

Cuando Cristo hablaba encendía los corazones sinceros y nobles, pero su CALLAR sorprendió a todos, desconcertó a sus mismos enemigos. CALLANDO enseñó a llevar la Cruz, por lo mismo:
Callar cuando acusan, es HEROÍSMO
Callar cuando insultan, es AMOR
Callar las propias penas, es SACRIFICIO
Callar de sí mismo, es HUMILDAD
Callar miserias humanas, es CARIDAD
Callar a tiempo, es PRUDENCIA
Callar en el dolor, es PENITENCIA
Callar palabras inútiles, es VIRTUD
Callar cuando hieren, es SANTIDAD
Callar para defender, es NOBLEZA
Callar defectos ajenos, es BENEVOLENCIA
Callar debiendo hablar, es COBARDÍA

Aprende primeramente a CALLAR para poder HABLAR con acierto y tino, porque si HABLAR es plata, CALLAR es oro. Así como tú callas y defiendes cubriendo los defectos ajenos con la misma medida, serás defendido por DIOS.
Callar las cualidades propias es humildad.
Callar las buenas obras del prójimo es envidia.
Callar para no herir la susceptibilidad es delicadeza.
Callar los defectos propios es prudencia.
Callar los defectos ajenos es caridad.
Callar las palabras inútiles es sabiduría.
Callar para escuchar es educación.

Callar a tiempo es discernimiento.
Callar junto al que sufre es solidaridad.
Callar cuando se ha de hablar es cobardía.
Callar ante el fuerte es sometimiento.
Callar ante el débil es magnanimidad.
Callar ante una injusticia es complicidad.
Callar cuando te humillan es andar en la verdad
Callar en los momentos de dolor es virtud
Callar ante la injuria es fortaleza.
Callar para mejor amar es santidad.

TESTIMONIO SOBRE EL MATRIMONIO


Un famoso maestro se encontró frente a un grupo de jóvenes que estaban en contra del matrimonio. Los muchachos argumentaban que el romanticismo constituye el verdadero sustento de las parejas y que es preferible acabar con la relación cuando ésta se apaga en lugar de entrar en la hueca monotonía del matrimonio. El maestro les dijo que respetaba su opinión, pero les relató lo siguiente:
Mis padres vivieron 55 años casados. Una mañana mi mamá bajaba las escaleras para prepararle a papá el desayuno y sufrió un infarto. Cayó. Mi padre la alcanzó, la levantó como pudo y casi a rastras la subió a la camioneta. A toda velocidad, rebasando, sin respetar los semáforos, condujo hasta el hospital. Cuando llegó, por desgracia, ya había fallecido.

Durante el sepelio, mi padre no habló; su mirada estaba perdida. Casi no lloró. Esa noche sus hijos nos reunimos con él. En un ambiente de dolor y nostalgia recordamos hermosas anécdotas; él pidió a mi hermano teólogo que le dijera dónde estaría mamá en ese momento. Mi hermano comenzó a hablar de la vida después de la muerte, conjeturas de cómo y dónde estaría ella. Mi padre escuchaba con atención, de pronto pidió que lo lleváramos al cementerio. "Papá", respondimos, "son las 11 de la noche! no podemos ir al cementerio ahora".

Alzó la voz y con una mirada vidriosa dijo: "No discutan conmigo por favor, no discutan con el hombre que acaba de perder a la que fue su esposa por 55 años". Se produjo un momento de respetuoso silencio, no discutimos más.
Fuimos al cementerio, pedimos permiso para acceder y con una linterna llegamos a la lápida. Mi padre la acarició, oró y nos dijo a sus hijos que veíamos la escena conmovidos: "Fueron 55 años......¿saben?, nadie puede hablar del amor verdadero si no tiene idea de lo que es compartir la vida con una mujer así". Hizo una pausa y se limpió la cara. "Ella y yo estuvimos juntos en aquella crisis. Cambié de empleo", continuó. "Hicimos el equipaje cuando vendimos la casa y nos mudamos de ciudad. Compartimos la alegría de ver a nuestros hijos terminar sus carreras, lloramos uno al lado del otro la pérdida de seres queridos, rezamos juntos en la sala de espera de algunos hospitales, nos apoyamos en el dolor, nos abrazamos en cada Navidad, y perdonamos nuestros errores...
Hijos, ahora se ha ido y estoy contento, ¿saben por qué?, porque se fue antes que yo, no tuvo que vivir la agonía y el dolor de enterrarme, de quedarse sola después de mi partida. Seré yo quien pase por eso, y le doy gracias a Dios. La amo tanto, que no me hubiera gustado que sufriera...".

Cuando mi padre terminó de hablar, mis hermanos y yo teníamos el rostro empapado de lágrimas. Lo abrazamos y él nos consoló: "Todo está bien, podemos irnos a casa; ha sido un buen día".
Esa noche entendí lo que es el verdadero amor; dista mucho del romanticismo, no tiene que ver demasiado con el erotismo, ni con el sexo, mas bien se vincula al trabajo, al complemento, al cuidado y, sobre todo, al verdadero amor que se profesan dos personas realmente comprometidas".

Cuando el maestro terminó de hablar, los jóvenes universitarios no pudieron rebatirle; ese tipo de amor era algo que no conocían. Ojalá algún día puedas encontrar un amor así, y si lo encuentras, jamás, pero jamás lo dejes ir...