Una empresa estaba en una difícil situación, las ventas iban
mal, los trabajadores y colaboradores estaban desanimados y la situación
financiera del negocio era extremadamente crítica.
Era preciso hacer algo para revertir la situación.
Nadie quería asumir responsabilidades. Por el contrario,
el personal sentía el desamparo y la rápida extinción de la empresa.
Ellos consideraban que alguien debía tomar la iniciativa
para revertir la situación.
Un día, cuando los funcionarios y los trabajadores
llegaron al trabajo, encontraron en la portería un cartel que decía:
"En el día de ayer falleció la persona que impedía el
crecimiento de nuestra empresa. Usted está invitado a participar de los
funerales en el salón de deportes."
Todos sintieron tristeza ante la muerte de un compañero,
pero a la vez tuvieron curiosidad por la persona que frenaba el crecimiento de
la empresa.
La agitación en el salón de deportes era muy grande por lo
que fue preciso llamar a seguridad para organizar a los asistentes.
A medida que las personas se aproximaban al féretro la
ansiedad aumentaba.
Se preguntaban - ¿Quién será el que entorpecía el progreso
de nuestra empresa?
Uno a uno, se aproximaban deseosos de conocer al personaje en cuestión. Pero al acercarse al féretro quedaban pasmados y en absoluto silencio, no se lo podían creer, jamás hubiesen imaginado lo que había dentro…
Uno a uno, se aproximaban deseosos de conocer al personaje en cuestión. Pero al acercarse al féretro quedaban pasmados y en absoluto silencio, no se lo podían creer, jamás hubiesen imaginado lo que había dentro…
¡Había un espejo!.., en el que se reflejaba la cara de
cada uno que lo mirara.
Sólo existe una persona capaz de limitar tu crecimiento,
tú mismo.
Tú eres la única persona que puede perjudicar tu vida.
Cuando tú fallas, no intentes hallar otros culpables.
Tú eres la única persona que puede perjudicar tu vida.
Cuando tú fallas, no intentes hallar otros culpables.
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