Abres los ojos y te das cuenta que los años se van, que tus cabellos se empiezan a poner plateados, que el tiempo no perdona, que aquel cuerpo esbelto se fue perdiendo, que aparecen arrugas en tu frente, que tú rostro ya no tiene ese brillo incandescente.
Que ya no te importa que va a pasar
mañana porque aprendiste a disfrutar el hoy.
Entonces el despertar cada día es
espectacular; que una sonrisa tiene más valor que una bolsa de marca colgando
de tu hombro. Que quién está a tú lado es porque sabe lo valiosa que eres y te
acepta con tus arranques locos. Que no vale la pena enojarte por tonterías y
que la persona que te ama de verdad disfrutará hasta tus cambios de humor. Que
has vivido lo que has querido, que muchas veces fuiste en contra de lo
establecido, que te has caído y levantado, que los golpes duelen y te ha
tocado sobarte tú sola. Que te han visto caer y muchos de los que se dicen tus
amigos no te dan la mano para levantarte. Que alguien de tú familia a veces te
da la espalda, pero que tú sangre es tú sangre y siempre va a estar a tú lado,
ya sea para bien o para mal. Que es hora de soltar rencores y tristezas, que no
puedes ir por la vida cargando piedras. Que el dolor a veces es necesario pero
sufrir es opcional.
Que tienes que hacer limpieza en tú vida
y lo que no te sirve lo tienes que desechar, que los malos recuerdos pesan y
que es absurdo tenerlos contigo. Que esté viaje es único y que no puedes perder
el tiempo sin darte cuenta, porque el tiempo ya no está de tú lado. Que hay que
amar hasta el tuétano y apostar por ello, que el amor dura mientras
la pasión dure, porque nada es para siempre. Que no esperes se cumplan las
promesas que te hicieron y que no te arrepientas de tomar decisiones. Que las
reglas se hicieron para romperse, que no temas vivir intensamente y que muchas
veces lo prohíbido es lo más deseado. Que no te inventes historias llenas de
fracasos que más bien subas hasta la cima más alta y eleves tus brazos. Grita
cuando quieras gritar, llora cuando quieras llorar y ríe a carcajadas. Y sigue
de frente sonriendo con el amor y el afecto a flor de piel, que la piel se
arruga pero el alma, el alma sigue siendo joven...
Simplemente Mar
Autor: Martina Ramírez
No hay comentarios:
Publicar un comentario