Una reflexión…
Mirando y sintiendo la cultura de amar los
animales, o mascotas….pienso, que bien para estos seres que dan compañía y
cariño… pero que mal para quienes profesan ese amor irracional. He visto como se entregan tanto a estos
animales, que los tratan como a seres humanos les hablan y responden por ellos,
les acarician con la ternura que inspira un niño, les asignan cualidades de seres humanos, las
conversaciones giran alrededor de la mascota; pareciera que no hay otro tema más
de que hablar.
Y pues se habla de una generación que prefiere
tener un perro y no quiere tener hijos… me
pregunto, cual es la razón para tomar esta decisión y asumir esta actitud. Generalmente se trata de personas con una
profesión definida, sin problemas laborales o económicos; que se esfuerzan y
procuran un futuro próspero y llegan a alcanzar
metas financieras y adquieren
propiedades, hacen ahorros y todo lo que necesita un ser humano o una pareja
para no tener preocupaciones económicas
acumulando riquezas….
Creería que el objetivo de querer tener un
trabajo bien remunerado es para disfrutar una vida plena, darse gusto viajando,
comprando y haciendo lo que nos gusta;
incluido atender a la mascota. Como no
hay obligaciones o responsabilidades con hijos se les dedica tiempo y dinero a
estos seres a los cuales han humanizado, les pagan escuela, eps, funeraria,
peluquería, perfumes, peines, alimentos especializados porque no pueden comer
cualquier marca, y muchas otras
necesidades que les han creado.
El promedio de vida de una persona en el mundo
está entre 66 y 78 años, entonces que harán
con el dinero que se atesora o logra conseguir en la vida productiva,
seguramente no lo van a gastar en su totalidad porque pues no se sabe cuándo
uno va a morir y hay que tener reservas y/o
formas de generar recursos para la vejez;
y cuando esto ocurra a quien le va a dejar su herencia: ya sus padres habrán
muerto, porque lo corriente es que eso ocurre antes, a los hermanos; si estos
existen, al esposo o a la pareja que igual estaría al final del tiempo en la
misma situación; a la mascota? aparte de que cuando esto ocurra ya habrán
pasado por lo menos cuatro mascotas por
la vida porque estas si tienen un promedio de vida definido casi exacto.
Los hijos, para quienes los tienen, generalmente
son el impulso o motor que inspira y mueve para salir adelante, y sin pensar
que uno sea en la vejez una carga para
ellos, son quienes pueden por gusto, por derecho, por obligación, por ley o por
lo que sea quienes serían nuestro apoyo;
porque, qué triste que al final de nuestros días terminemos solos, o con una mascota que por fuerza dejaremos
abandonada y mal acostumbrada porque al
fin y al cabo ese amor desmedido solo lo siente quienes se denominan a si
mismos, sus papás.
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