lunes, 2 de septiembre de 2019

13 mensajes que nos deja el Arca de Noé


1.- Es importante ser puntual a la cita y no llegar después de la hora fijada para la salida.
 2.- Recuerda que todos somos diferentes, pero estamos en el mismo barco.
 3.- Planea a futuro. No estaba lloviendo cuando Noé comenzó a construir el Arca.
 4.- Nunca te sientas Viejo a pesar de que alguien diga que tu tiempo ya pasó. Y que a tu edad ya no vas a hacer nada grande que valga la pena solamente porque tienes 600 años.
5.- No hagas mucho caso a los criticones: continúa con el trabajo que Dios te ha encomendado.
 6.- En todo lo que hagas y construyas, procura hacerlo con alta calidad a pesar de que no seas profesional.
 7.- Al buscar compañía para tu viaje en la vida, busca uno que verdaderamente sea afín a ti, polos opuestos pueden atraerse, pero no van a lograr mucho. Además tienes que encontrar una pareja que también tenga tu misma espiritualidad, para que juntos se animen a seguir caminando para poder llegar al Arca.
 8.- Si sientes que tu progreso espiritual es lento, no te desesperes, más que rapidez, Dios quiere perseverancia. Las tortugas llegaron a tiempo y  estaban a bordo junto con los caballos, los linces y otros animales veloces.
 9.- Aunque al principio te sientas solo y recibas burlas, a la larga tiene su recompensa el tratar de vivir la palabra de Dios.
 10.- No desprecies los esfuerzos que hacen los sencillos por lograr algo. Recuerda: el Arca fue construida por amateurs, mientras que el Titanic fue construido por profesionales.
 11.- Dios nos ama a todos y quiere que todos se salven, pero solamente se salvará aquel que haga la voluntad de Dios.
 12.- Dios solamente mandó construir un Arca y los que lo amamos debemos construir esa Arca, no andar cada quien construyendo la suya porque no nos guste algo que nos diga Noé.
 13.- No importa cómo sea la tormenta en la que estás, si permaneces con Dios, siempre habrá para ti un "Arco Iris" esperándote.


martes, 20 de agosto de 2019

Hoy es un Buen día para Recordar las 3 Declaraciones Sentimentales de Charlie Chaplin:

1) Nada es para siempre en este Mundo, ni siquiera nuestros Problemas.

(2) Me gusta caminar en la lluvia, porque nadie puede ver mis lágrimas.

(3) El día más desperdiciado en la vida es el día en el cual no nos hemos reído.

¡La VIDA es para Disfrutar con lo que tienes, Sigue sonriendo...!

Si estás ESTRESADO, Date un respiro.

Disfruta del Helado, los Chocolates, Dulces,  Pasteles... ¡Disfrútalos...!

Y guarda estas palabras.

UN buen AMIGO ¡es igual a UNA buena MEDICINA!  De la misma manera, un buen grupo de amigos ¡¡es igual a una FARMACIA COMPLETA!!

Los Seis Mejores médicos en el Mundo son:
1. La Luz del Sol,
2. El Descanso,
3. El Ejercicio,
4. La Dieta,
5. Autoestima y
6. Los Amigos.

¡Mantenlos en todas las etapas de tu Vida y disfrutarás de una vida saludable...!

Si ves la Luna... Verás la belleza de Dios....!
Si ves el Sol... Verás el poder de Dios....
Y... Si ves el espejo: ¡verás la Mejor Creación de DIOS...!

Entonces, CREE EN TI.
Todos somos turistas y Dios es nuestro Agente de Viajes que ya ha fijado todas nuestras rutas, reservas y destinos.... ¡¡ Confía en Él y disfruta "el Viaje" llamado VIDA...!! 

Mas alla del encanto...valgo

De tanto perder aprendí a ganar; de tanto llorar se me dibujó la sonrisa que tengo.
Conozco tanto el piso que sólo miro el cielo.
Toqué tantas veces fondo que, cada vez que bajo, ya sé que mañana subiré.
Me asombro tanto como es el ser humano, que aprendí a ser yo mismo.
Tuve que sentir la soledad para aprender a estar conmigo mismo y saber que soy buena compañía. Intenté ayudar tantas veces a los demás, que aprendí a que me pidieran ayuda.
Trate siempre que todo fuese perfecto y comprendí que realmente todo es tan imperfecto como debe ser (incluyéndome).
Hago solo lo que debo, de la mejor forma que puedo y los demás que hagan lo que quieran.
Vi tantos perros correr sin sentido, que aprendí a ser tortuga y apreciar el recorrido.
Aprendí que en esta vida nada es seguro, solo la muerte… por eso disfruto el momento y lo que tengo.
Aprendí que nadie me pertenece, y aprendí que estarán conmigo el tiempo que quieran y deban estar, y quien realmente está interesado en mi me lo hará saber a cada momento y contra lo que sea.
Que la verdadera amistad si existe, pero no es fácil encontrarla.
Que quien te ama te lo demostrará siempre sin necesidad de que se lo pidas.
Que ser fiel no es una obligación sino un verdadero placer cuando el amor es el dueño de ti.
Eso es vivir…La vida es bella con su ir y venir, con sus sabores y sin sabores… aprendí a vivir y disfrutar cada detalle, aprendí de los errores pero no vivo pensando en ellos, pues siempre suelen ser un recuerdo amargo que te impide seguir adelante, pues, hay errores irremediables.
Las heridas fuertes nunca se borran de tu corazón pero siempre hay alguien realmente dispuesto a sanarlas con la ayuda de Dios. Camina de la mano de Dios, todo mejora siempre.
Y no te esfuerces demasiado que las mejores cosas de la vida suceden cuando menos te las esperas. No las busques, ellas te buscan. Lo mejor está por venir”

Jorge Luis Borges

Diez consejos

1.  Pasa mas tiempo con tigo
2.  No alimentes tus miedos
3.  Se conocido por amar
4.  Ignora la gente negativa
5.  Confía en tus sueños
6.  Nunca dejes de aprender
7.  Ama la cosas simples
8.  No dañes a otros
9.  Aprende a dejar ir
10. No desperdicies tu tiempo.

El amor que se siente hacia los hijos no es amor.

Miren tan bonito y cierto este escrito: El amor que se siente hacia los hijos no es amor. Es otra cosa.
Es un sentimiento que invade cada  poro de la piel y cada nervio que conecta al corazón.
El amor hacia  los hijos no es comparable con otro tipo de amor. No se tiene que alimentar a diario, no hace falta que sea correspondido, no es un sentimiento que se da a cambio de otro, ni se desgasta con el tiempo. No se gana ni se pierde, solo existe y nace para darse sin límite, sin fecha de caducidad.
Lo que se siente hacia un hijo es más que amor, es entrega total hacia un ser maravilloso que salió de nuestras entrañas, que está conectado con un ombligo invisible que se estira hasta el final del universo.
No es un sentimiento que se desgasta con el tiempo, sino todo lo contrario, aumenta el cariño y la admiración. Es un enamorase constante, una fascinación, al ser testigos de su transformación. Es aceptación total.
Y aún sabiendo que son nuestros, hay quien insiste en decir que son prestados, sin entender que esa frase nunca la habría inventado un papá, porque hacia adentro y en el alma, sabemos que no es cierto.
Y lo confirmamos cuando nos tiembla el corazón al escuchar el hermoso timbre de su voz lejana o cuando se conectan nuestras miradas, cuando olemos su pelo y acariciamos su piel.
Sí, son libres y sí, se irán. Es nuestro gran trabajo darles alas para volar, aunque duela cuando emprendan el vuelo; pero prestados, nunca.
La distancia jamás disminuirá el vínculo intangible, la conexión inexplicable, la unión indivisible.
Los hijos son para toda la vida y son nuestros, como seremos siempre de ellos también.
Los hijos son parte de nosotros.

lunes, 19 de agosto de 2019

SI YO TUVIERA MI VIDA PARA VIVIRLA DE NUEVO

 SI YO TUVIERA MI VIDA PARA VIVIRLA DE NUEVO- por Erma Bombeck

Me habría ido a la cama cuando estaba enferma en vez de creer que la tierra se detendría si yo no estaba  en ella al día siguiente

Hubiera encendido la vela rosada en forma de rosa antes de que se derritiera guardada en el armario.

Habría invitado a mis amigos a cenar sin importarme la suciedad de la alfombra y el sofá desordenado.

Habría comido las palomitas de maíz en el "salón de las visitas" y me habría preocupado menos del engorro que suponía cuando alguien quería encender el fuego en la chimenea.

Habría dado mi  tiempo para escuchar a mi abuelo divagando sobre su juventud.

Habría compartido más el día a día con mi marido que con la oficina.

Me habría sentado en el prado sin importar las manchas de la hierba. 

Habría llorado y reído menos viendo televisión y más mientras vivía la vida.

En lugar de evitar los malestares de los nueve meses de embarazo, habría atesorado cada momento y comprendido que la maravilla que crecía dentro de mi, era mi única oportunidad en la vida de asistir a Dios en un milagro. 

Cuando mis hijos me besasen impetuosamente, nunca habría dicho "cuidado, estoy ocupada, ahora ve y lávate para la cena", Habría habido más "te quiero" y más "lo siento"

Pero sobre todo, quiero darle otra oportunidad a la vida, quiero aprovechar cada minuto.
Mirar las cosas y realmente verlas... vivirlas y nunca volver atrás.
¡DEJAR DE PREOCUPARME POR LAS COSAS PEQUEÑAS Y COMENZAR A PREOCUPARME POR LAS COSAS BELLAS QUE SI IMPORTAN!!! 

No te preocupes sobre a quién no le agradas, quién tiene más o quién hace qué.
En lugar de eso, atesoremos las relaciones que tenemos con aquellos que de verdad nos quieren.


"los amigos mantienen el mundo en movimiento" 
💐❤💐❤💐❤💐❤

Nunca rendirse. “Nunca, nunca, nunca, nunca
-en nada, grande o pequeño, importante o insignificante".
W. Churchill

jueves, 25 de julio de 2019

ME DOY PERMISO PARA ...



Me doy permiso para separarme de personas que me traten con brusquedad, presiones o violencia, de las que me ignoran, me niegan un beso, un abrazo...

No acepto ni la brusquedad ni mucho menos la violencia aunque vengan de mis padres o de mi marido, o mujer.
Ni de mis hijos, ni de mi jefe, ni de nadie.

Las personas bruscas o violentas quedan ya, desde este mismo momento fuera de mi vida.

Soy un ser humano que trata con consideración y respeto a los demás. Merezco también consideración y respeto.

Me doy permiso para no obligarme a ser “el alma de la fiesta”, el que pone el entusiasmo en las situaciones, ni ser la persona que pone el calor humano en el hogar, la que está dispuesta al diálogo para resolver conflictos cuando los demás ni siquiera lo intentan.

No he nacido para entretener y dar energía a los demás a costa de agotarme yo: no he nacido para estimularles con tal de que continúen a mi lado.
Mi propia existencia, mi ser; ya es valioso.

Si quieren continuar a mi lado deben aprender a valorarme.
Mi presencia ya es suficiente: no he de agotarme haciendo más.

Me doy permiso para no tolerar exigencias desproporcionadas en el trabajo.
No voy a cargar con responsabilidades que corresponden a otros y que tienen tendencia a desentenderse.
Si las exigencias de mis superiores son desproporcionadas hablaré con ellos clara y serenamente.

Me doy permiso para no hundirme las espaldas con cargas ajenas.

Me doy permiso para dejar que se desvanezcan los miedos que me infundieron mis padres y las personas que me educaron. El mundo no es sólo hostilidad, engaño o agresión: hay también mucha belleza y alegría inexplorada.

Decido abandonar los miedos conocidos y me arriesgo a explorar las aventuras por conocer.
Más vale lo bueno que ya he ido conociendo y lo mejor que aún está por conocer. Voy a explorar sin angustia.

Me doy permiso para no agotarme intentando ser una persona excelente.
No soy perfecto, nadie es perfecto y la perfección es oprimente.

Me permito rechazar las ideas que me inculcaron en la infancia intentando que me amoldara a los esquemas ajenos, intentando obligarme a ser perfecto: un hombre sin fisuras, rígidamente irreprochable. Es decir: inhumano.

Asumo plenamente mi derecho a defenderme, a rechazar la hostilidad ajena, a no ser tan correcto como quieren; y asumo mi
derecho a ponerles límites y barreras a algunas personas sin sentirme culpable.
No he nacido para ser la víctima de nadie.

Me doy permiso para no estar esperando alabanzas, manifestaciones de ternura o la valoración de los otros.
Me permito no sufrir angustia esperando una llamada de teléfono, una palabra amable o un gesto de consideración.
Me afirmo como una persona no adicta a la angustia.
Soy yo quien me valoro, me acepto y me aprecio No espero a que vengan esas consideraciones desde el exterior.
Y no espero encerrado o recluido ni en casa, ni en un pequeño círculo de personas de las que depender.
Al contrario de lo que me enseñaron en la infancia, la vida es una experiencia de abundancia.
Empiezo por reconocer mis valores, Y el resto vendrá solo. No espero de fuera.

Me doy permiso para no estar al día en muchas cuestiones de la vida: no necesito tanta información, tanto programa de ordenador, tanta película de cine, tanto periódico, tanto libro, tantas músicas.
Decido no intentar absorber el exceso de información. Me permito no querer saberlo todo. Me permito no aparentar que estoy al día en todo o en casi todo.
Y me doy permiso para saborear las cosas de la vida que mi cuerpo y mi mente pueden asimilar con un ritmo tranquilo.
Decido profundizar en todo cuanto ya tengo y soy. Con lo que soy es más que suficiente. Y aún sobra.

Me doy permiso para ser inmune a los elogios o alabanzas desmesurados: las personas que se exceden en consideración resultan abrumadoras. Y dan tanto porque quieren recibir mucho más a cambio.
Prefiero las relaciones menos densas.

Me permito un vivir con levedad, sin cargas ni demandas excesivas. No entro en su juego.

Me doy el permiso más importante de todos: el de ser auténtico.
No me impongo soportar situaciones y convenciones sociales que agotan, que me disgustan o que no deseo. No me esfuerzo por complacer.
Si intentan presionarme para que haga lo que mi cuerpo y mi mente no quieren hacer, me afirmo tranquila y firmemente diciendo que no. Es sencillo y liberador acostumbrarse a decir “no”.

Me doy el permiso más importante de todos: el de ser auténtico. No me impongo soportar situaciones y convenciones sociales que agotan, que me disgustan o que no deseo. No me esfuerzo por complacer.
Elijo lo que me da salud y vitalidad.
Me hago más fuerte y más sereno cuando mis decisiones las expreso como forma de decir lo que yo quiero o no quiero, y no como forma de despreciar las elecciones de otros.
No me justificaré: si estoy alegre, lo estoy; si estoy menos alegre, lo estoy; si un día señalado del calendario es socialmente obligatorio sentirse feliz, yo estaré como estaré.

Me permito estar tal como me sienta bien conmigo mismo y no como me ordenan las costumbres y los que me rodean: lo
“normal” y lo “anormal” en mis estados emocionales lo establezco yo.

AUTOR: Joaquin Argente