martes, 15 de septiembre de 2015

Prohibido quejarse

Pensaba que mi vida no iba bien. Sentía que algo siempre me faltaba. Entonces hablé con Dios.
- Me quejé de lo que me salió mal en el trabajo, pero no agradecí las manos que tengo para trabajar y el hecho de poder tener un trabajo que sustenta mi vida.
- Me quejé de tener que soportar el ruido de mis hermanos, pero no agradecí el hecho de tener una familia.
- Me quejé cuando no tenía lo que más me gustaba para comer, pero olvidé agradecer el hecho de tener qué comer.
- Me quejé de mi salario, cuando millones ni siquiera tienen uno por estar parados.
- Me quejé porque no apagaban la luz de mi cuarto al salir, pero no pensé en que muchos no tienen hogar donde tener alguna luz encendida.
- Me quejé de no poder dormir un poquito más, olvidando a quienes darían todo por tener su cuerpo sano para poder levantarse.
- Me quejé porque mi madre me reprendía, cuando millones desearían tenerla viva para poder honrarla y abrazarla.
- Me quejé porque no tenía tiempo, cuando me solicitaron dar una charla sobre Jesucristo, olvidando el privilegio que es poder hablar a otros de Su infinito Amor.
- Me quejé porque mi tren llegó tarde. Olvidé que hay millones de personas que han tenido que abandonar su casa y sus pertenencias, por sufrir persecución religiosa o por huir de la guerra, que viajan en tren buscando refugiarse en países más prósperos.
Dios me iluminó en esa conversación y entonces comprendí mi egoísmo y lo ingrato que he sido con Él. Fue cuando entonces comencé a agradecerle todas las cosas que había olvidado, y aún más de aquellas por las que tanto me quejaba.
Recuerda este proverbio: "Pobre del que, al final del día, no sepa qué agradecer ni a Quien".
¡Que Dios bendiga tu día! Y ya sabes... ¡no te quejes!
Llevar 

sábado, 5 de septiembre de 2015

LA DIGNIDAD NO SE NEGOCIA


En el primer día de clase, el profesor de “Introducción al Derecho” entró al aula y lo primero que hizo fue pedir el nombre de un estudiante que estaba sentado en la primera fila:
¿Cuál es su nombre?
Mi nombre es Nelson, Señor.
¡Fuera de mi clase y no vuelva nunca más! – Gritó el maestro desagradable.
Nelson estaba desconcertado. Cuando volvió en sí, se levantó rápidamente recogió sus cosas y salió de la habitación.
Todo el mundo estaba asustado e indignado, pero nadie habló.
¡Muy bien! – Vamos a empezar, dijo el profesor.
¿Para qué sirven las leyes? preguntó el maestro – los estudiantes seguían asustados, pero poco a poco empezaron a responder a su pregunta:
Para tener un orden en nuestra sociedad.
¡No! – Respondió el profesor.
Para cumplirlas.
¡No!
Para que las personas equivocadas paguen por sus acciones.
¡No!
¿Alguien sabe la respuesta a esta pregunta!
Para que se haga justicia – una muchacha habló con timidez.
¡Por fin! Es decir, por la justicia.
Y ahora, ¿qué es la justicia?
Todos empezaron a molestarse por la actitud tan vil del profesor.
Sin embargo, continuaron respondiendo:
A fin de salvaguardar los derechos
humanos …
Bien, ¿qué mas ? – preguntó el maestro.
Para diferenciar el bien del mal, para recompensar a aquellos que hacen el bien …
Ok, no está mal, pero respondan a esta pregunta:
“¿Actué correctamente al expulsar a Nelson del aula?”
Todos estaban en silencio, nadie respondió.
Quiero una respuesta por unanimidad!
¡No! – Todos contestaron con una sola voz.
Se podría decir que he cometido una injusticia?
¡Sí!
¿Y por qué nadie hizo nada al respecto? Para que queremos leyes y reglas, si no tenemos la voluntad necesaria para practicarlas? Cada uno de ustedes tiene la obligación de hablar cuando es testigo de una injusticia. Todo . ¡No vuelvan a estar en silencio, nunca más! Vayan a buscar a Nelson – dijo. Después de todo, él es el maestro, yo soy un estudiante de otro período.
Aprendan que cuando no defendemos nuestros derechos, se pierde la dignidad y la dignidad no puede ser negociada.

miércoles, 2 de septiembre de 2015

frases para pensar

Ten presente; que es un error  mirar el AYER con los ojos de HOY,
Nuestro mejor maestro, es nuestro último ERROR, 
No podemos escribir AHORA con las cinco letras que se escribe TARDE; 
No debes hacer  promesas estando feliz, ni responder cuando  estés enojado, tampoco decidas estando dolido, y no actúes si no estás convencido.
Procura ser rápido en escuchar, lento en hablar y aún más lento en enfadarte.
No  juzgues  a nadie;  piensa que detrás de cada persona hay una historia y una razón por la cual son como son.
Para alcanzar el triunfo  en la vida, es necesario pensarlo, intentarlo y volver a intentarlo todas las veces que sea necesario, sin temer  al fracaso. 
Considera el dinero como  un obrero en tu vida, no es el jefe y menos permitas que te domine.

La vida no es un problema para ser resuelto, es un misterio para ser vivido. 
La vejez comienza cuando el recuerdo es más fuerte que la esperanza, y estas vivo  mientras estés en el recuerdo de alguien.
Mucha gente espera que pase la semana para el sábado, el año para vacaciones y toda la vida para ser feliz...  vive intensamente cada minuto de tu vida.

LA TRAMPA Y EL RATÓN (EXCELENTE REFLEXIÓN)


Un ratón mirando por un agujero de la pared, ve al granjero y su esposa abrir un paquete. Quedó aterrorizado al ver que era una trampa para ratones. Fue corriendo al patio a advertirle a todos: ¡Hay una ratonera en casa!, ¡hay una ratonera!. La gallina que estaba cacareando y escarbando le dice: "Disculpe Sr. ratón, yo entiendo que es un gran problema para usted, pero no me perjudica en nada", entonces fue hasta el cordero y éste le dice lo mismo: "Disculpe Sr. ratón, pero no creo poder hacer algo más que pedir por usted en mis oraciones". El ratón se dirigió a la vaca y ella le dijo: "¿Pero acaso estoy en peligro?, pienso que no, dijo la vaca", el ratón volvió a la casa, preocupado y abatido para encarar a la ratonera del granjero. Aquella noche se oyó un gran barullo como el de la ratonera atrapando a su víctima. La mujer corrió a ver qué había pasado. En la oscuridad, ella no vio que la ratonera atrapó la cola de una serpiente venenosa. La serpiente veloz mordió a la mujer, el granjero la llevó inmediatamente al hospital, ella volvió con fiebre alta. El granjero para reconfortarla, le preparó una nutritiva sopa, agarró el cuchillo y fue a buscar el ingrediente principal: la gallina. Como la mujer no mejoró, los amigos y vecinos fueron a visitarlos; el granjero mató al cordero para alimentarlos, pero la mujer no mejoró y murió. El esposo vendió la vaca al matadero para cubrir los gastos del funeral. 

La próxima vez que alguien te cuente su problema y creas que no te afecta por que no es tuyo y no le prestes atención, piénsalo dos veces, ya  que nadie está exento de pasar por algún problema o situación. Recuerda que todos somos UNO y la vida es como la rueda de la fortuna: A veces estamos arriba, después abajo.
El mundo no anda mal por la maldad de los malos sino por la apatía de los buenos, así que cuando alguien necesite de ti y te cuente sus problemas, tiéndele la mano o dale una palabra de aliento, pero hazlo de todo corazón, ya que la siguiente persona que podría necesitar ayuda o estar en el mismo lugar de la otra, podrías ser tú.
Sin lugar a dudas, ¡Todos necesitamos de todos!


domingo, 16 de agosto de 2015

MI MAMÁ NO TIENE NOVIO




De visita en casa de mis abuelos, me divierte ver a mi tía la menor prepararse cuando espera a su novio: toda contenta se peina, perfuma y pinta los labios, se viste muy guapa, y corre de un lado a otro de la casa, arreglando todo con detalle para que su "mi amor" no encuentre defecto alguno en el entorno. Entonces llega el novio, oliendo a mucha loción y cuando se miran... ¡uff!, parece que flotan en el aire.
Se abrazan con ternura, y ella le ofrece algo de tomar, junto con las galletas que le preparó durante la tarde. Además, el celebra todo lo que ella le prepara, para cenar con esmero.
Luego se sientan a platicar tontería y media por horas, después de lograr que los niños desaparezcamos de la sala; se escuchan el uno al otro sin perder detalle, ni soltarse sus manos, hasta que al susodicho no le queda más remedio que despedirse, cuando mi abuelo empieza a rondar, con la almohada bajo el brazo.
Al día siguiente, le pregunto a mi mamá: mami, ¿quién es tu novio?, y me dice muy sonriente que su novio es mi papá... (?!)... "No, mami, en serio..." pero ella insiste y yo no lo creo... ¿Cómo va a ser mi papá su novio?
En primera, él nunca llega con un ramo de flores, ni chocolates; sí le da un regalo a mamá en su cumpleaños y navidad, pero nunca he visto que el novio de mi tía se presente con una licuadora o dinero, para que se compre algo.
Además, mamá no pone cara de Blanca Nieves cuando papá llega del trabajo, ni él sonríe como príncipe azul, cuando la mira. Mamá no corre a arreglarse el peinado, ni a pintarse los labios cuando suena el timbre de la puerta, y apenas voltea a verlo para decir "hola", porque está revisando las tareas de nosotros.
El saludo de mi papá, en vez de "hola, mi vida" es "Hola... ¡que día!", y de inmediato se pone en las peores fachas, para estar cómodo.
En lugar de "¿qué se te antoja de cenar?"; Mi mamá le pregunta temerosa: "Qué... ¿quieres cenar?", y cuando creo que papá le va a decir: "Que bonita te ves hoy", le pregunta: "¿no viste dónde quedó el control de la televisión?".
Los novios se dicen cosas románticas como "¡cuánto te amo!", en vez de " ¿fuiste al banco?".
Mi tía y su novio no pueden dejar de mirarse.
Cuando mamá pasa delante de papá, el mueve la cabeza hacia los lados, para no perder detalle de lo que está viendo en la tele.
A veces, papá le da un abrazo sorpresa a mamá, pero ella tiene que zafarse, porque siempre está a las carreras, y a veces le oigo susurrar: "¡no, suéltame, ahí andan los niños!"... Ha de ser malo abrazarse después de casados.
Además, mis papás sólo se dan la mano cuando en misa el padre dice: "dense fraternalmente la paz". Yo creo que ella me dice que son novios, para que no me entere de que "cortaron" cuando se casaron. La verdad, yo veo que mi mamá no tiene novio, y mi papá no tiene novia.
¡Qué aburrido casarse...! ¡SÓLO SON ESPOSOS...!
Los hijos todo lo observan. Demuestra tu amor a tu pareja. Haz de tu hogar un lugar donde se viva el amor en su plenitud, no dejes entrar a la rutina, ni al orgullo. De eso dependerá tu felicidad.

¡PEDALEA!


La vida es como andar en bicicleta... te caes, solo si dejas de pedalear.
Al principio veía a Dios como el que me observaba, como un juez que llevaba cuenta de lo que hacía mal, como para ver si merecía el cielo o el infierno cuando muriera. Era como un presidente, reconocía su foto cuando la veía, pero realmente no lo conocía.
Pero luego reconocí a mi Poder Superior; parecía como si la vida fuera un viaje en bicicleta, pero era una bici de dos plazas, y noté que Dios viajaba atrás y me ayudaba a pedalear.
No sé cuando sucedió, no me di cuenta cuándo fue, que Él sugirió que cambiáramos de lugares. Lo que sí sé es que mi vida no ha sido la misma desde entonces.
Mi vida con Dios es muy emocionante. Cuando yo tenía el control, yo sabía a dónde iba. Era un tanto aburrido, pero predecible. Era la distancia más corta entre dos puntos. Pero cuando Él tomó el liderazgo, Él conocía otros caminos, caminos diferentes, hermosos, por las montañas, a través de lugares con paisajes, velocidades increíbles. Lo único que podía hacer era sostenerme; aunque pareciera una locura, Él sólo me decía: "¡Pedalea!"
Me preocupaba y ansiosamente le preguntaba, "¿A dónde me llevas?" Él solo sonreía y no me contestaba, así que comencé a confiar en Él.
Me olvidé de mi aburrida vida y comencé una aventura, y cuando yo decía "estoy asustado", Él se inclinaba un poco para atrás y tocaba mi mano.
Él me llevó a conocer gente con dones, dones de sanidad y aceptación, de gozo. Ellos me dieron esos dones para llevarlos en mi viaje; nuestro viaje, de Dios y mío.
Y allá íbamos otra vez. Él me dijo: "Comparte estos dones, dalos a la gente, son sobrepeso, mucho peso extra". Y así lo hice... a la gente que conocimos, encontré que en el dar yo recibía y mi carga era ligera.
No confié mucho en Él al principio, en darle el control de mi vida. Pensé que la echaría a perder, pero Él conocía cosas que yo no sabía acerca de andar en bici... secretos.
Él sabía como girar para dar vueltas cerradas, saltar para librarnos de obstáculos llenos de piedras, inclusive volar para evitar horribles caminos.
Y ahora estoy aprendiendo a callar y pedalear por los más extraños lugares. Estoy aprendiendo a disfrutar de la vista y de la suave brisa en mi cara y sobre todo de la increíble y deliciosa compañía de mi Dios.
Y cuando estoy seguro que ya no puedo más, Él solo sonríe y me dice: "¡Pedalea!"


EL CARPINTERO



Un viejo carpintero estaba listo para retirarse. Le comunicó a su jefe sus planes de dejar el trabajo en la industria de la construcción de casas y vivir una vida mas placentera con su esposa y su familia. El echaría de menos el salario que recibía pero quería retirarse.
El jefe estaba triste de ver que un buen empleado se retiraba y le pidió, como favor personal, que construyera una última casa. El carpintero dijo que sí pero con el tiempo se vio que su corazón y su esfuerzo no estaban en el trabajo. No hizo bien su labor y seleccionó materiales de baja calidad. Fue la peor casa que había construido en su vida.
Fue una manera infortunada de terminar su carrera. Cuando el carpintero terminó el trabajo y el jefe vino a inspeccionar, le abrió la puerta al carpintero, lo invitó a seguir y le dijo "Esta es tu casa, mi regalo para ti".
¡Qué lástima! ¡Qué arrepentimiento! "Si hubiera sabido que esta casa iba a ser para mí, la construyo de manera diferente" dijo el carpintero.
Ahora tenía que vivir en la casa que él mismo había construido y era un desastre.
Lo mismo sucede con nosotros. Construimos nuestra vida de una manera displicente, de una manera reactiva en lugar de positiva. Esperamos en lugar de actuar. Ponemos mucho menos de lo que tenemos en nuestros esfuerzos y vivimos en una permanente queja tratando de culpar a los demás de nuestra situación.
En cosas importantes, con la familia, amigos, el trabajo, etc., no damos lo mejor que tenemos. Entonces, con sorpresa, nos encontramos viviendo en la casa que nosotros mismos hemos construído. "Si lo hubiera sabido, habría actuado diferente" pensamos.

Piense en usted mismo como el carpintero. Piense acerca de su casa. Cada día, cuando tenga que clavar un clavo o levantar una pared, hágalo sabiamente, hágalo con amor y dé lo mejor que tiene. Es la única vida que llegará a construir. Aún si vive solo por un día más, ese día merece vivirse de una manera digna y gratificante.