viernes, 27 de diciembre de 2013

DISCURSO DE BIENVENIDA A UN QUINCEAÑERO

Buenas Noches, Para nosotros como padres de (el nombre de la niña), es  un honor y un orgullo muy grande ver a  nuestra hija compartiendo con verdaderos amigos en este día tan especial, la celebración de  sus quince años.
Esta fecha, para nosotros tiene un gran significado, el tiempo pasa muy rápido,  si nos parece que hace tan poco que tuvimos por primera vez en nuestros brazos una bebe que esperábamos con tanto anhelo y que vino a darle un nuevo sentido a nuestras vidas; y hoy la vemos convertida en toda una señorita. Le damos gracias a Dios porque  permitió que un (fecha, dia y mes), ( nombre de la quinceañera)  llegara a nuestras vidas, como una flor en el ¨jardín de las maravillas ¨
(nombre de la quinceañra), esta noche serás la reina del país de las maravillas, podrás soñar y vivir la fantasía de tus quince años, hoy empiezas una nueva etapa de tu vida, confiamos  en haberte estado  enseñándote los principios y valores necesarios porque se inicia  el momento de abrirte a un mundo lleno de ilusiones, que te trae nuevas experiencias y nuevos retos, para que logres  tu crecimiento; tus padres y tu familia estaremos  siempre apoyándote y guiándote para que  sepas escalar el camino a  la madurez y así puedas llegar a ser la persona que quieras ser.
La vida se abre con su abanico de posibilidades, sueña, y sueña siempre en grande; con tu juventud tienes el futuro  en tus manos, para poder alcanzar tus sueños.  Recuerda que Serás tan grande como tus sueños y crecerás tanto como tus ganas de hacerlos realidad.
Ver la felicidad reflejada en tus ojos es la mejor recompensa que existe y la bendición mas grande que Dios nos da, Diviértete,  disfruta y que tu fiesta sea inolvidable.
A ustedes amigos les agradecemos su presencia y deseamos que igual que la quinceañera, disfruten  esta noche. Les propongo un brindis por la felicidad de nuestra (nombre de la quinceañera) en esta etapa de la vida que hoy comienza.

EN EL MUNDO ENTERO

Hay personas calladas que necesitan alguien para conversar.
Hay personas tristes que necesitan alguien que las conforte.
Hay personas tímidas que necesitan alguien que las ayude a vencer la timidez.
Hay personas solitarias que necesitan alguien para compartir.
Hay personas con miedo que necesitan alguien que les de la mano.
Hay personas fuertes que necesitan alguien que las haga pensar en la mejor manera de usar su fuerza.
Hay personas habilidosas que necesitan alguien para ayudar a descubrir la mejor manera de usar su habilidad.
Hay personas que juzgan que no saben hacer nada y necesitan de alguien que las ayude a descubrir cuanto saben hacer.
Hay personas apuradas que necesitan alguien para mostrarles todo lo que no tienen tiempo para ver.
Hay personas impulsivas que necesitan alguien que les ayude a no lastimar a otros.
Hay personas que se sienten fuera y necesitan alguien que les muestre el camino de entrada.
Hay personas que dicen que no sirven para nada y necesitan alguien que les ayude a descubrir como son importantes.
Hay personas que …..Necesitan a alguien

Tal vez a ti...

EL ORFEBRE DE LA VIDA

Un rey poseía un diamante muy valioso, uno de los más raros y perfectos del mundo. Un día el diamante cayó desde una gran altura y la superficie se rayó en una de sus caras.

El rey llamó a los mejores joyeros y orfebres del continente, para que intentaran corregir la imperfección. Sin embargo, todos coincidieron en que no podrían retirar el arañazo sin cortar una buena parte de la superficie, reduciendo así el peso y el valor del diamante. 

Finalmente, apareció un orfebre, no tan famoso, que afirmó que podría reparar el diamante sin problemas:

- Observé mucho al mayor orfebre de todos y, con él, aprendí mucho. Puedo garantizarle que sabré reparar el diamante sin reducir su valor.
Su confianza era tanta que, convencido, el rey entregó el diamante al hombre.

Después de algunos días, el orfebre volvió con el diamante y se lo mostró al Rey. Éste quedó gratamente sorprendido al descubrir que el arañazo tan feo había desaparecido y en su lugar, había sido tallada una bella rosa.

El arañazo anterior se había vuelto el tallo de una bella flor!

El rey, entusiasmado, dijo al orfebre:
- ¡Qué bello trabajo, qué óptima idea! Dígame, ¿quién es ese gran orfebre que es su maestro?

Y el orfebre respondió:
- Dios, el orfebre de la vida.

Dios está siempre con nosotros, si se lo permitimos, transformando nuestros arañazos en algo bello.


LAS BOTAS VIEJAS

Un estudiante universitario salió un día a dar un paseo con uno de sus  profesores, a quien los alumnos consideraban un amigo debido a su bondad para quienes seguían sus instrucciones.
Mientras caminaban, vieron en el camino un par de botas viejas y supusieron que pertenecían a un anciano que trabajaba en el campo de al lado y que estaba a punto de terminar sus labores diarias.


El alumno dijo al profesor:
- Gastémosle una broma; escondamos las botas y ocultémonos detrás de esos arbustos para ver su cara cuando no las encuentre.
- Mi querido amigo -le dijo el profesor-, nunca tenemos que divertirnos a expensas de los pobres. Tú eres rico y puedes darle una alegría a este hombre. 


Coloca una moneda en cada zapato y luego nos ocultaremos para ver cómo reacciona cuando las encuentre.
Eso hizo y ambos se ocultaron entre los arbustos cercanos. 

El hombre pobre, terminó sus tareas, y cruzó el terreno en busca de sus botas y su abrigo. 

Se puso su abrigo y luego deslizó el pie en la bota, pero al sentir algo adentro, se agachó para ver qué era y encontró la moneda. Pasmado, se preguntó qué podía haber pasado. Miró la moneda, le dio vuelta y la volvió a mirar. A continuación, miró a su alrededor, hacia todos lados, pero no se veía a nadie. 

La guardó en el bolsillo y se puso la otra bota; su sorpresa fue doble al encontrar la otra moneda. 

Sus sentimientos lo sobrecogieron; cayó de rodillas y levantó la vista al cielo pronunciando un ferviente agradecimiento en voz alta, hablando de su esposa 

enferma y sin ayuda y de sus hijos que no tenían pan y que debido a una mano desconocida, tendrían para cenar.

El estudiante quedó profundamente afectado y se le llenaron los ojos de lágrimas.
- Ahora- dijo el profesor- ¿no estás más complacido que si le hubieras gastado una broma?
El joven respondió:
- Usted me ha enseñado una lección que jamás olvidaré. Ahora entiendo algo que antes no entendía: es mejor dar que recibir.

LAS TRES PLENITUDES

Habla San Alberto Magno que existen tres géneros de plenitudes: "la plenitud del vaso, que retiene y no da; la del canal, que da y no retiene, y la de la fuente, que crea, retiene y da". ¡Qué tremenda verdad!
Efectivamente, yo he conocido muchos hombres-vaso. Son gentes que se dedican a almacenar virtudes o ciencia, que lo leen todo, coleccionan títulos, saben cuanto puede saberse, pero creen terminada su tarea cuando han concluido su almacenamiento: ni reparten sabiduría ni alegría. 

Tienen, pero no comparten. Retienen, pero no dan. Son magníficos, pero magníficamente estériles. Son simples servidores de su egoísmo. 

También he conocido hombres-canal: es la gente que se desgasta en palabras, que se pasa la vida haciendo y haciendo cosas, que nunca rumia lo que sabe, que cuanto le entra de vital por los oídos se le va por la boca sin dejar pozo adentro. Padecen la neurosis de la acción, tienen que hacer muchas cosas y todas de prisa, creen estar sirviendo a los demás pero su servicio es, a veces, un modo de calmar sus picores del alma. Hombre-canal son muchos periodistas, algunos apóstoles, sacerdotes o seglares. Dan y no retienen. Y, después de dar, se sienten vacíos. 

Qué difícil, en cambio, encontrar hombres-fuente, personas que dan de lo que han hecho sustancia de su alma, que reparten como las llamas, encendiendo la del vecino sin disminuir la propia, porque recrean todo lo que viven y reparten todo cuanto han recreado. Dan sin vaciarse, riegan sin decrecer, ofrecen su agua sin quedarse secos. Cristo -pienso- debió ser así. El era la fuente que brota inextinguible, el agua que calma la sed para la vida eterna. Nosotros -¡ah!- tal vez ya haríamos bastante con ser uno de esos hilillos que bajan chorreando desde lo alto de la gran montaña de la vida. 


Autor: José Luis Martín Descalzo 

EL REGALO DE NAVIDAD

Alfredo estaba muy contento en aquella Navidad, pues era una fecha muy importante. Era el día del cumpleaños del Niño Jesús, y logicamente, el día en que Papá Noel vendría de visita como todos los años.
Con sus siete añitos, esperaba ansiosamente el anochecer, para volver a dormir y espiar el calcetín que estaba colgado en el frente de la puerta, pues no tenían árbol de Navidad. Se quedó despierto hasta muy tarde, para poder ver a Papa Noel, pero como el sueño fue mayor que su voluntad, se durmió profundamente.
En la mañana de Navidad, observó que su calcetín ya no estaba, y que no había regalos en ningún lugar de su casa.
Su padre estaba desempleado. Con los ojos llenos de lágrimas, observaba atentamente a su hijo, y esperaba tomar coraje para hablarle, que su sueño no existía.
Con mucho dolor en el corazón lo llama:

- Alfredo, hijo mío, ven...
Pero antes de que el padre pueda hablar...
- ¿Papá?
- ¿Qué sucede hijo?
- Papa Noel se olvidó de mí...
Al decir eso, Alfredo abraza a su padre y los dos se ponen a llorar, cuando Alfredo dice:
- ¿También se olvidó de vos, Papá?
- No hijo mío. El mejor regalo que yo podría tener en toda la vida está en mis brazos, y despreocúpate pues yo se que Papa Noel no se olvidó de vos.
- Pero, todos los otros chicos vecinos están jugando con sus regalos... ¿Se salteó nuestra casa?
-No, no la salteó... tu regalo te está abrazando ahora, y te va a llevar a uno de los mejores paseos de tu vida.
Y así fueron a un parque, y Alfredo jugó con su padre durante todo el día, volviendo recién al caer la noche.
A pesar de haber llegado a su casa muy cansado, Alfredo fué a su cuarto, y le escribió a Papa Noel:
"Querido Papa Noel: Yo sé que es muy tarde para escribir pidiendo cosas, pero quiero agradecerte el regalo que me diste.
Deseo que todas las Navidades sean como esta: que hagas que mi papá se olvide de sus problemas, y que él pueda distraerse conmigo, pasando una tarde tan maravillosa como la de hoy.
Gracias por mi vida, porque descubrí que no es por los juguetes que somos felices, sino por el verdadero sentimiento que está dentro de nosotros, que el Señor despierta en la Navidad.
Te agradece por todo
Alfredo."
 
Y se fué a dormir.
Entrando al cuarto para dar las buenas noches a su hijo, el padre de Alfredo vio la cartita y a partir de ese día no dejó que sus problemas volvieran a afectar su felicidad y se propuso hacer que todos los días, para ambos, fuesen Navidad.
Si un niño de siete años, consiguió percibir que los mejores presentes que se pueden recibir no son materiales, ¿por qué nosotros no hacemos lo mismo?
Que todos hagamos que cada día sea Navidad, valorando la amistad, el cariño y todos los buenos sentimientos que existen dentro de nosotros.


(Anónimo)

PARA TU CUMPLEAÑOS DESEO....

Deseo que recibas estos regalos especiales:
Felicidad, en lo profundo de tu ser.
 
Serenidad, con cada amanecer.
 
Exito, en cada proyecto

Sinceridad, de amigos que te quieran. 
Amor, que sea eterno.
 
Recuerdos entrañables, de momentos del ayer.
 
Un presente esplendoroso repleto de bendiciones.
 
Un sendero, que conduzca a un hermoso mañana.
 
Anhelos, que se conviertan en realidad.
 
Y reconocimientos, de todas las cosas maravillosas
 
que hay en ti.
 
¡Que tengas un cumpleaños muy feliz!