miércoles, 22 de septiembre de 2010

LA SENSIBILIDAD DE UNA MADRE

Las mamas  vienen en todos los tamaños, colores y sabores Las madres hacen más que dar a luz. Ellas traen alegría y esperanza.  Ellas conducen,  vuelan, caminan, corren o escriben por correo electrónico para demostrarte cuanto le importas….
Hospedan en el vientre otras almas, las ofrecen a    Dios  y después quedan ciegas ante la belleza de los hijos que engendraron
Dan alas y enseñan a volar, pero no quieren verlos partir aún sabiendo que no son su propiedad
Piensan con el corazón actúan por la emoción y vencen por el amor
Aman incondicionalmente, ellas sonríen cuando quieren gritar, callan cuando quieren llorar,  lloran cuando están felices y ríen cuando están nerviosas;  luchan por lo que quieren, no toman un no por respuesta cuando creen que hay una mejor solución

Andan sin zapatos nuevos para que sus hijos los puedan tener
Experimentan miles de emociones en un solo día, transmiten cada una de ellas con una sola mirada
Lloran cuando sus hijos sobresalen y ovacionan a sus amigos cuando triunfan.
Creen que un beso y un abrazo puede  curar un corazón roto
Andan buscando la perfección  y viven tratando encontrar disculpas para los errores de aquellos a quienes ama
Ellas dan compasión e ideales, dan apoyo moral a hijos y familiares
Como ella no hay ninguna.

martes, 21 de septiembre de 2010

PEQUEÑAS INSTRUCCIONES DE VIDA



-     Revisa antiguas fotos.

-     Encuéntrate con amigos o llámalos.

-     Dile a alguien que lo quieres.

-     Vuelve a ser niño: salta, corre, y ríete mucho.

-     Pide ayuda si lo precisas.

-     Cumple tus promesas y devuelve un favor.

-     Termina lo que hayas empezado.

-     Rompe un hábito.

-     Observa cuántas cosas haces bien.

-     Sueña despierto.

-     No digas que no puedes por un día.

-     Practica el coraje para las pequeñas cosas.

-     Adiéstrate para luego tener coraje para las grandes cosas.

-     Ponle el nombre a una estrella y aduéñate de ella.

-     Trata a todo el mundo como te gustaría ser tratado.

-     Deja todo un poquito mejor de cómo lo encontraste.

(Anónimo)

EL PARADIGMA DE LA RIQUEZA

Una vez, un padre de una familia acaudalada llevó a su hijo a un viaje por el campo, con el firme propósito de que éste viera cuán pobre era la gente de campo, que comprendiera el valor de las cosas y lo afortunados que eran ellos.
Estuvieron por espacio de un día y una noche completos, en una granja de una familia campesina muy humilde.
Al concluir el viaje, y de regreso a casa, el padre le pregunta a su hijo:
-     ¿Qué te pareció el viaje?...
-     ¡¡Muy bonito Papá...!!
-     ¿Viste qué tan pobre y necesitada puede ser la gente?
-     ¡¡Si...!!
-     ¿Y qué aprendiste...?
Vi que nosotros tenemos un perro en casa, ellos tienen cuatro.
Nosotros tenemos una piscina de 25 metros, ellos tienen un riachuelo que no tiene fin.  Nosotros tenemos unas lámparas importadas en el patio, ellos tienen las estrellas.  Nuestro patio llega hasta el borde de la casa, el de ellos tiene todo un horizonte.  Especialmente Papá, vi que ellos tienen tiempo para conversar y convivir en familia.  Tú y mamá tienen que trabajar todo el tiempo y casi nunca los veo.
Al terminar el relato, el padre se quedó mudo... y su hijo agregó:
"¡¡Gracias Papá, por enseñarme lo ricos que podríamos llegar a ser...!!"

 Autor Anónimo



EL ECO

Un padre invitó a su hijo a realizar un muy lindo paseo por la montaña. La mañana era soleada, y la aventura de compartir con su padre unas horas llenaban al niño de emoción.
De forma inesperada, el niño cae al piso, haciéndose una leve herida en su pierna.
Cuando reaccionó sobre lo que le había pasado, pegó un fuerte grito:
- "¡Aaaaaahhhhhhhhhh!"
Cual sería su sorpresa, cuando oye su propia voz repetirse, desde algún lugar en la montaña:
"¡Aaaaaaaahhhhhhh!"
Asombrado por la experiencia y con curiosidad gritó nuevamente:
- "¿quién eres túuuuuuuuuu?
Recibiendo de respuesta:
- "¿quién eres túuuuuuuuuu?"
Ya enojado y menos preocupado por su lesión volvió a gritar:
- "cobarde!!"
Recibe la respuesta:
- "cobardeeeeeeeeeeee!!"
El niño miró a su padre, y le preguntó:
- "¿qué está pasando?"
El padre sonríe y le dice:
- "hijo, presta atención".
Y entonces, fue el padre quien gritó:
- "¡te admiro!"
La voz responde:
- "¡te admirooooooooooo!"
Y otra vez el hombre gritó:
- "¡tú eres un campeón!"
La voz respondió:
- "¡tú eres un campeóooooooooon!"
El niño sorprendido, continuaba sin entender.
Fue en ese momento en que el padre consideró oportuno explicarle:
- " querido hijo: la gente llama a esto Eco, pero realmente es VIDA.
Y tiene el poder de devolverte de igual manera
cualquier cosa que digas o hagas.
Óyeme: nuestra vida es simplemente un reflejo de nuestras acciones.
Si tú quieres más amor en el mundo, crea más amor en tu corazón.
Si tú quieres más competencia en tu equipo, mejora tu propia competencia.
Esta relación se aplica a todo, en todos los aspectos de la vida.


La vida te devolverá todo lo que tú le des: "TU VIDA NO ES UNA COINCIDENCIA. ES SOLO UN REFLEJO DE TI".
Autor desconocido

COMO HACER DE TU HIJO UN DELINCUENTE

Muchos padres temen castigar y reprender a sus hijos por temor a que el chico llore o se ponga triste. De esta manera muchos niños crecen sin norma de ningún tipo y se comportan de la misma manera en la sociedad. Muchos comportamientos delictivos tienen su base en la blandura de unos padres que no supieron educar.
La Dirección General de la Policía de Seattle (Washington) publicó un escrito, cuyo título he puesto como cabecera. Dice así:
Si quieress hacer de tu hijo un "delincuente":
• Dale desde la infancia todo lo que quiera: Así llegará a mayor, convencido de que el mundo entero le debe todo.
• Si dice tonterías, ríe: Así creerá que es un gracioso.
• No le des ninguna formación espiritual: Cuando sea mayor de edad, ya escogerá.
• No le digas nunca: Eso está mal. Podría crearse complejos de culpa. Y más tárde, cuando, por ejemplo sea arrestado por robar un coche, estará convencido de que es la sociedad quien le persigue.
• Recoge todo lo que él tira por los suelos. Así se convencerá de que todos están a su servicio.
• Déjale leer todo: Desinfecta su vajilla, pero deja que su espíritu se recree en cualquier torpeza.
• Discute siempre delante de él. Cuando tu familia esté destrozada, él no se dará por enterado.
• Déjale todo el dinero que quiera. Así ni siquiera sospechará que debe trabajar para poder disponer de dinero.
• Que todos sus deseos estén satisfechos. ¡De otro modo resultará un frustrado!
• Dale siempre la razón: Así creerá que los profesores, la gente y la ley le están siempre deseando el mal.
Y cuando haya llegado a ser un verdadero desastre: Proclamad que nunca has podido hacer nada con él.
Te habras preparado una vida de dolores. Y seguramente los tendras.

DE UN HIJO A TODOS LOS PADRES DEL MUNDO

No me des todo lo que pido. A veces sólo pido para ver hasta cuánto puedo coger.
No me grites. Te respeto menos cuando lo haces; y me enseñas a gritar a mí también. Y yo no quiero hacerlo.
No me des siempre órdenes. Si en vez de órdenes, a veces me pidieras las cosas, yo lo haría más rápido y con más gusto.

Cumple las promesas, buenas o malas. Si me prometes un premio, dámelo, pero también si es un castigo.
No me compares con nadie, especialmente con mi hermano o mi hermana. Si tú me haces sentir mejor que los demás, alguien va a sufrir y si me haces sentir peor que los demás, seré yo quien sufra.
No cambies de opinión tan a menudo sobre lo que debo hacer. Decide y mantén esa decisión.
Déjame valerme por mí mismo. Si tú haces todo por mí, yo nunca podré aprender.
No digas mentiras delante de mí, no me pidas que lo haga por tí, aunque sea para sacarte de un apuro. Me haces sentirme mal y perder la fe en lo que me dices.
Cuando yo hago algo malo, no me exijas que te diga el por qué lo hice. A veces ni yo mismo lo sé.
Cuando estás equivocado en algo, admítelo y crecerá la opinión que yo tengo de tí, y así me enseñarás a admitir mis equivocaciones también.
Trátame con la misma amabilidad y cordialidad con que tratas a tus amigos. Porque seamos familia no quiere decir que no podamos ser amigos también.
No me digas que haga una cosa cuando tú no la haces. Yo aprenderé lo que tú hagas, aunque no lo digas. Pero nunca haré lo que tú digas y no hagas.
Cuando te cuente un problema mío, no me digas "no tengo tiempo para bobadas", o "eso no tiene importancia". Trata de comprenderme y ayudarme.
Y quiéreme y dímelo. A mí me gusta oírtelo decir, aunque no creas necesario decírmelo.

PORQUE TE QUEJAS ?

Si llevas las velas recogidas, ¿por qué te quejas de no tener un buen viento que te impulse?
Si llevas enrollada tu bandera, ¿por qué te quejas de que los demás no se contagien con tu verdad?
Si te sientas en la primera piedra, ¿por qué te quejas de quedar siempre a medio camino?
Si a la hora de la tempestad desistes de llevar el timón, ¿por qué te quejas de tantos tumbos y de tanto andar a la deriva?
Si a la hora del dolor emponzoñas y ahondas la herida, ¿por qué te quejas de no poder cicatrizarla?
Si lo que trasmites es inquietud y desazón, ¿por qué te quejas de quedarte cada día más solo?
Si a la hora de cooperar te encierras en tu concha, ¿por qué te quejas de que el oleaje te pase por alto y barra contigo?
Si a la hora de conocer y servir a Dios te apartas de Él, ¿por qué te quejas cuando te suelta la mano?
Si a la hora de hacer un recuento estás inconforme, ¿por qué te quejas si no has sabido vivir?
No abres surcos, y anhelas siembra.
No nutres raíces, y deseas tronco.
No pasas savia, y ansías frutos.
No te haces maduro, jugoso y sazonado, y sueñas con que todo te florezca.
No andan tus pies, y quieres huellas.
No trabajan tus manos, y quieres obras.
No abres los ojos a la vida, y quieres luz.
¿Por qué pides, si no sabes dar?
¿Por qué reclamas, si nada te sirve?
¿Por qué, si cierras los ojos ante el dolor que pasa a tu lado y cierras la voluntad ante los compromisos de tu tiempo, le tienes tanto miedo a tu propio vacío?
¿Por qué, si obras con egoísmo, vives con aturdimiento y rezas con indiferencia, le tienes tanto miedo a tu propio abismo?
¿Por qué, si rechazas la luz de Dios y vives apagando las estrellas, le tienes tanto miedo a tu propia oscuridad?
¿Por qué te quejas? ¿Por qué?