A manea de desandar un ritual de mi hijo,
quiero hacer una última correría por el pueblo de sus amores, ante la evidencia
de su definitivo alejamiento del mundanal ruido. Posiblemente deseaba gravar en lo mas intimo
de sus pupilas, en el marco de los policromados colores de una tarde
cantarina. Las esquinas antañonas, pero
famosas del restaurante del pueblo, y de su casa de la avenida, llámese así si
se quiere. Sencillas, pero ahora abarcan
la quinta esencia de una despedida.
Es que por decirlo de alguna otra
manera fue lo que se quedó para siempre en la retina de su alma soñadora; de su
tierra que lo vio nacer.
Cultor fue de los más exigentes comportamientos
cívicos y morales, podemos decir sin lugar a equivocarnos que, a su apellido
patricio, le antecedieron y luego le sucedieron una pléyade de hombres y
mujeres que nunca lo deterioraron. Con
todos ellos lamentamos la desaparición física del varón de recia estirpe.
Es que los hombres que dejan marca inimitable
en la tierra de sus vivencias jamás mueren.
Su espíritu torrentoso en algunas ocasiones o su idiosincrasia, dulcemente
espiritual continuará haciendo su aparición evocadora en la tierra de sus
querencias aún antes de alejarse. El que
fuera uno de los grandes caballeros andantes tiene una expresión digna de su
linaje y su grandeza de amor, sostiene como mandamiento premonitorio el acatamiento
y reverencia a la belleza y los valores cívicos y morales de la tierra de sus
entrañas. Pasarán largos años y su
figura insigne continuará apareciendo en los análisis de ponderación de señorío
y templanza moral.
Su herencia espiritual aflorará en los
labios y en las plumas de quienes nos hemos dado en la tarea de inculcar en las
generaciones el respeto y el amor por nuestros hijos. No queda sino expresar nuestro sentimiento.
Cuando del puerto de la vida salía una
galante embarcación con destino al mejor paraíso, yo conmovido balbucee desde
las vigas del muelle estas palabras: “amor, amor con llanto te lo digo se fue
mi hijo y el anda por el cielo, quedaron los niños sin abuelo y los viejos
amigos sin amigo". Vicente
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