Las personas
mágicas existen, aparecen de la nada… son aquellas que saben ganarse tu
confianza rápido y de forma inesperada. De pronto un día llegan a tu vida,
empiezan a hablar de todo, de alegrías, daños, experiencias, penas y
heridas, con las que descargas tus emociones y sentimientos sin reservas.
Cuando te
das cuenta ya estás contándoles hasta de tu gato, de tu lugar favorito… y es
bonito, así son las personas mágicas, ellas en cuestión de segundos se
meten en tu mundo. Hacen lo que otras no han logrado en años, entran en tu
universo.
Y están ahí,
llegan para acompañarte, para regalarte un poco de magia. Llegan para cuidarte,
para darte un aire más liviano. Llegan para brindarte su amistad, su
cariño, su mano. Llegan para abrazarte. Llegan… para quedarse.
Hay personas
mágicas, te lo juro. Las he visto, se encuentran escondidas por los rincones
del planeta. Disfrazadas de normales.
Disimular es su especialidad. Procurando
comportarse como los demás. Por eso, a veces, es tan difícil encontrarlas, pero
cuando las descubres ya no hay marcha atrás. No puedes deshacerte de su
recuerdo. No se lo digas a nadie, pero dicen que su magia es tan fuerte que si
te tocan una vez, te atrapan para siempre.
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