domingo, 15 de mayo de 2016

EL SACO DE PLUMAS (LA CALUMNIA)




Había una vez un hombre que calumnió grandemente a un amigo suyo, todo por la envidia que le tuvo al ver el éxito que este había alcanzado.

Tiempo después se arrepintió de la ruina que trajo con sus calumnias a ese amigo, y visitó a un hombre muy sabio a quien le dijo:

"Quiero arreglar todo el mal que hice a mi amigo. ¿Cómo puedo hacerlo?", a lo que el hombre respondió: "Toma un saco lleno de plumas ligeras y pequeñas y suelta una donde vayas".

El hombre muy contento por aquello tan fácil tomó el saco lleno de plumas y al cabo de un día las había soltado todas.

Volvió donde el sabio y le dijo: "Ya he terminado", a lo que el sabio contestó: "Esa es la parte más fácil. Ahora debes volver a llenar el saco con las mismas plumas que soltaste. Sal a la calle y búscalas".

El hombre se sintió muy triste, pues sabía lo que eso significaba y no pudo juntar casi ninguna.

LOS AMIGOS


''Los amigos son como las estrellas, no siempre las ves pero sabes que están ahí''

Los amigos son tesoros que la vida nos regala y que debemos cuidar. Muchos de ellos nos acompañan tan sólo durante un trayecto y luego se van, otros forman parte de algunos de nuestros mejores recuerdos del pasado y otros se quedan en nuestras vidas para siempre. Este es un pequeño homenaje para los amigos que están y para los que ya se fueron...

Hay amigos eternos, amigos que son de piel y otros que son de hierro.
Hay amigos del tiempo, de la escuela, del trabajo, de la facultad.
Amigos que se aprenden, otros que se eligen, y amigos que se adoptan.
Hay amigos del alma, del corazón, de la sangre.

Hay amigos de vidas pasadas, amigos para toda la vida. Hay amigos que son más que amigos.
Hay amigos que son hermanos, otros que son padres; también hay amigos que son hijos.
Hay amigos que están en las buenas, otros que están en las malas, hay amigos que están siempre. Amigos que se ven, otros que se tocan, otros que se escriben. Por supuesto que hay amigos que se van, que nos dejan; hay amigos que vuelven y otros que se quedan.
Hay amigos inmortales, amigos de la distancia.

Hay amigos que se extrañan, que se lloran, que se piensan. Amigos que se desean, que se abracen, que se miran.
Hay amigos de noche, de siestas, de madrugadas. Hay amigos hombres, amigos mujeres, amigos perros.
Hay amigos que deliran, otros que son poetas. Hay de los que dicen todo, amigos que no hacen falta decirlos. Amigos nuevos, viejos, viejos amigos.
Hay amigos sin edad, amigos gordos, flacos. Hay amigos que no nos llaman, que tampoco llamamos. Con poco tiempo, amigos desde hace una hora, desde recién.
Hay amigos que dejamos ir, otros que no pueden venir, amigos que están lejos amigos del barrio.
Amigos de la palabra, amigos de lo ajeno, amigos incondicionales.

Hay también amigos invisibles, amigos sin lugar, amigos de la calle.
Amigos míos, amigos tuyos, amigos nuestros.
Hay muchos amigos; amigos en común, amigos del teatro, de la música, amigos de verdad.
Hay amigos que están tristes, otros que están alegres, otros que simplemente no están.
Hay amigos que se la pasan en la luna, otros en el campo, y otros en el cielo.
Todos, absolutamente todos los amigos tienen algo en común: son INDISPENSABLES.

lunes, 9 de mayo de 2016

MI MADRE, MI MEJOR AMIGA

Dos amigos se encontraban tomando un café, y uno le comenta en tono de queja al otro:
 Mi madre me llama mucho por teléfono a la oficina y solo para pedirme que vaya a conversar con ella; siempre la misma queja, que 'se siente sola'. La verdad, yo voy poco y en ocasiones siento que me molesta su forma de ser. Ya sabes como son los viejos: Cuentan las mismas cosas una y otra vez y sin mencionar los achaques que tiene cada día. Bueno, como tú sabes nunca me faltan los compromisos: el trabajo, los amigos, la Asociación.. .. En fin, ya sabes como es, ¿no?...

El otro amigo se queda callado, y luego responde:
Yo en cambio, converso mucho con mi madre. Cada vez que estoy triste, voy con ella; cuando me siento solo o cuando tengo un problema y necesito fortaleza, acudo a ella y ella me conforta, me da fortaleza, y siempre termino sintiéndome mejor.
¡Caramba! - se apenó el otro - Eres mejor que yo.

No lo creas, soy igual que tú, o al menos lo era - respondió el amigo con tristeza. En realidad visito a mi madre en el cementerio. Murió hace tiempo, pero mientras estuvo conmigo, tampoco yo iba a conversar con ella, ya que pensaba y sentía lo mismo que tú. Y no sabes cuánta falta me hace ahora su presencia, cuánto no daría por sentir las caricias que con tanto amor me prodigaba, y que yo rechazaba porque 'ya no era un niño'. O cuánto me pesa no haber escuchado todos los consejos que me daba, cuando con torpeza le decía: 'Yo sé lo que hago', y por ello cometí muchos errores. Ay amigo, si supieras ahora cómo la busco, y ahora es mi mejor amiga.

Cuando sentado en la tierra fría del camposanto mirando solo su foto en el muro gris, en el que le puse 'te quiero', (palabras que nunca escuchó de mis labios), le pido que me perdone por haber sido tan frío, por las veces que le mentí, y por los muchos besos que no le di, mas el silencio me responde y cuando una brisa acaricia mis mejillas, sé que ella me perdona.

-Mira con ojos empañados a su amigo y luego dice- Discúlpame este arranque, pero si de algo te sirve mi experiencia, conversa con ella hoy que la tienes, valora su presencia resaltando sus virtudes que seguro posee, deja a un lado sus errores, que de una u otra manera forma parte de su ser. No esperes a que esté en un cementerio porque ahí la reflexión duele hasta el fondo del alma, porque entiendes que ya nunca podrás hacer lo que dejaste pendiente. Será un hueco que nunca podrás llenar. No permitas que te pase lo que me pasó a mí.

En el camino, iba pensando en las palabras de su amigo. Cuando llegó a la oficina, dijo a su secretaria: Comuníqueme por favor con mi madre, no me pase más llamadas y también modifique mi agenda porque este día lo dedicaré a ella!.

¡¡No dejes pasar este día sin decir 'te quiero'!!

jueves, 14 de abril de 2016

MAMITA, NO LLORES MI AUSENCIA

Mamita, no llores mi ausencia

·         El día amaneció triste mamita querida, hoy ya no estoy contigo, Dios ha querido llevarme junto a Él. Es un lugar tranquilo donde brotan manantiales transparentes con un brillo que te dejaría sin palabras, donde la paz que reina jamás podrá ser imaginada.
·         Te estoy mirando y todos los días estoy contigo, en cualquier rincón de la casa estoy junto a ti.
Lloras mucho mamita, y eso me pone triste, piensa que sólo mi cuerpo está lejos de ti.
·         Mi corazón y mi presencia está contigo, te miro como descansas en mi cama y como rompes en llanto. No lo hagas mamita, aquí junto al Creador pido que lleve paz a tu corazón para cuando descanses en mi silla sientas mi presencia y me hables... pues mamita yo te escucho.
·         Quiero que le des calma a mi papito, sé que fue muy repentino y no tuvimos tiempo para nuestra despedida y también lloro por aquello.
·         Eres madre y tienes la fuerza que todos necesitan durante mi ausencia.
·         Mamita, si de alguna manera te puedo dar conformidad te diré que aquí todo es muy tranquilo, es un paraíso de colores donde he visto personas que antes con mi soberbia no miraba.
·         ¡Qué necios somos mamita, cuando aquí ante Dios somos todos iguales!
-Mi enemigo es mi amigo, y mi amigo es mucho más que eso-
·         Si te pudiera transmitir de alguna manera mi sentir para sacarte todo ese llanto mamita... Porque mientras tus lágrimas rueden por tus mejillas yo no tengo calma. Entiende... era mi hora, nadie puede contra el destino y el mío era irme.
·         ¡Ay... madre! 
Cuánto me duele cuando veo que me buscas tras los cristales y esperas mi llegada, así como también esperas ese beso que todos los días te daba.
·         No porque no tenga vida no siento, no mamita, sigo teniendo mi vida. Sólo mi cuerpo se apartó de mis seres queridos, pero piensa que estoy con vosotros cada segundo, vigilo tus insomnios, tus sueños y todas esas lágrimas que derramas por mí.
·         Mamita... cuando pienses en mí, imagina que estoy de viaje, que un día estaré en tus brazos nuevamente y me podrás dar todos los besos que ahora extrañas y que también yo necesito.
·         Cuida a papito, a mis hermanos, ellos te necesitan como yo necesito que tú estés bien, ya no me llores, recuerda que siempre que viva en tu corazón viviré eternamente.
-No llores mi ausencia-
·         No me extrañes porque me haya separado de ti, tú que has sido la persona que más he amado en mi vida. Dios así lo quiere, recuerda que Él hace lo mejor para cada uno, acata su voluntad y ten fe, piensa que nuestra separación es momentánea, la vida es breve y mientras oren por mi alma yo viviré eternamente en ti y en mi familia.
·         - Ayúdame a buscar esa paz mamita -
- No me llores si me amas -
Sólo piensa en nuestro reencuentro.
Te amaré eternamente.

PORQUE TE AMO MAMA?

Querida Mamá:

 Tengo muchísimas cosas para decirte y entre ellas me sale decirte que te amo... 

¿Los motivos para amarte, mamá?

Por todo lo que me has dado; tanto amor incomparable e inigualable que recibo siempre de ti a pesar de todo. 
Porque aunque muchas veces yo te falle como hija, tú siempre me tratas de entender y acabas perdonando. 
Porque pese a que muchas veces con mi comportamiento debiera perder tu confianza, siempre me das una nueva oportunidad aun sin merecerlo.
Porque me crees capaz de ser diferente. 
Porque cuando he estado triste estuviste conmigo, cuando he llorado me abrazaste y has llorado junto a mí. 
Porque siempre tienes consejos para mí. 
Porque me apoyas y me permites decidir. 
Porque me crees independiente, pero si me equivoco me corriges debido a que deseas lo mejor para mí y no me quieres ver sufrir. 
Porque aunque la gente diga lo que diga, siempre eres un verdadero ejemplo para mí, nunca te has dejado vencer por nada ni nadie.

miércoles, 13 de abril de 2016

TU VERDADERO VALOR

Vengo, maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo fuerzas para hacer nada. Me dicen que no sirvo, que no hago nada bien, que soy torpe y bastante tonto. ¿Cómo puedo mejorar? ¿Qué puedo  hacer para que me valoren más?
El maestro sin mirarlo, le dijo:
-Cuánto lo siento muchacho, no puedo ayudarte, debo resolver primero mi propio problema. Quizás después... y haciendo una pausa agregó: si quisieras ayudarme tú a mí, yo podría resolver este problema con más rapidez y después tal vez te pueda ayudar.
- E... encantado, maestro- titubeó el joven, pero sintió que otra vez era desvalorizado y sus necesidades postergadas. Bien, asintió el maestro. Se quitó un anillo que llevaba en el dedo pequeño y dándoselo al muchacho, agregó:  

- Toma el caballo que está allá afuera y cabalga hasta el mercado. Debo vender este anillo porque tengo que pagar una deuda. Es necesario que obtengas por él la mayor suma posible, pero no aceptes menos de una moneda de oro. Ve y regresa con esa moneda lo más rápido que puedas. El joven tomó el anillo y partió. Apenas llegó, empezó a ofrecer el anillo a los mercaderes. Estos lo miraban con algún interés, hasta que el joven decía lo que pretendía por el anillo. Cuando el joven mencionaba la moneda de oro, algunos reían, otros le daban vuelta la cara y solo un viejito fue tan amable como para tomarse la molestia de explicarle que una moneda de oro era muy valiosa para entregarla a cambio de un anillo. En el afán de ayudar, alguien le ofreció una moneda de plata y un cacharro de cobre, pero el joven tenía instrucciones de no aceptar menos de una moneda de oro y rechazó la oferta. Después de ofrecer su joya a toda persona que se cruzaba en el mercado, más de cien personas, abatido por su fracaso montó su caballo y regresó. ¡Cuánto hubiera deseado el joven tener esa moneda de oro! Podría entonces   habérsela entregado él mismo al maestro para liberarlo de su preocupación y recibir entonces su consejo y ayuda. Entró en la habitación.

- Maestro -dijo- lo siento, no se puede conseguir lo que me pediste. Quizás pudiera obtener dos o tres monedas de plata, pero no creo que yo pueda engañar a nadie respecto del verdadero valor del anillo.
- Qué importante lo que dijiste, joven amigo -contestó sonriente el maestro-. Debemos saber primero el verdadero valor del anillo. Vuelve a montar y vete al joyero. ¿Quién mejor que él para saberlo? Dile que quisieras vender el anillo y pregúntale cuanto te da por él. Pero no importa lo que ofrezca, no se lo vendas. Vuelve aquí con mi anillo. El joven volvió a cabalgar.

El joyero examinó el anillo a la luz del candil con su lupa, lo pesó y luego le dijo:
- Dile al maestro, muchacho, que si lo quiere vender ya, no puedo darle más que 58 monedas de oro por su anillo.
- ¡58 MONEDAS! -exclamó el joven.
- Sí, -replicó el joyero- yo sé que con tiempo podríamos obtener por él cerca de 70 monedas, pero no sé... si la venta es urgente...
El joven corrió emocionado a la casa del maestro a contarle lo sucedido.
- Siéntate -dijo el maestro después de escucharlo- Tú eres como este anillo: Una joya, valiosa y única. Y como tal, sólo puede evaluarte verdaderamente un experto. ¿Qué haces por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor? Y diciendo esto, volvió a ponerse el anillo en el dedo pequeño. - Todos somos como esta joya, valiosos y únicos y andamos por los mercados de la vida pretendiendo que gente inexperta nos valore.

SIEMPRE RECUERDA LO MUCHO QUE TÚ VALES, AUNQUE QUIZÁS, ALGUNAS PERSONAS A TU ALREDEDOR NO TE LO DEMUESTREN.

VALOR DEL TIEMPO

Si hubiera un banco que te acreditara en tu cuenta 86.400 monedas cada mañana, que no transfiriera el saldo disponible de un día para el siguiente dia, que no te permitiera conservar efectivo y, al final del día,  borra de las cuentas el saldo que no se ha usado o  gastado.

...  ¿Qué harías?
Por supuesto, sacar cada día hasta el último céntimo y aprovechar todo el dinero. Verdad?

Pues bien, este banco existe y todos lo tenemos  a nuestra disposición: su nombre es el Tiempo.

Cada día te acredita 86.400 segundos y cada noche da por perdidos cuantos hayas dejado de invertir o emplear provechosamente.
Nunca trasfiere saldos, ni permite que los acumules, cada dia abre una cuenta nueva
Cuando no usas lo disponible ese día, el único que pierde eres tú.
No existe recuperación de fondos y tampoco es posible girar cheques para pagos del mañana, ni existen cargos o sobregiros a cuenta del ingreso de mañana. Debes vivir el presente con el saldo de hoy.
¡De cada persona depende invertir este precioso caudal de horas, minutos y segundos, si no usas tu saldo bien  para obtener los máximos dividendos tu eres quien pierde, no hay forma de recuperarlo.  Úsalo de tal manera que obtengas lo mejor  en salud, felicidad y éxito! El reloj no detiene la  marcha, intenta aprovechar lo máximo durante el  día.

Muchas veces no le damos la suficiente importancia al tiempo,  nos hemos acostumbrado a dejarlo pasar  sin aprovecharlo….sabemos que al día siguiente tendremos más, que pase lo que pase tendremos más.
El tiempo tiene mucho más valor del que le otorgamos… algunas reflexionemos sobre  el valor real que tiene:

Para comprender el valor de un año, pregunta a algún estudiante que repitió curso...

Para comprender el valor de un mes, pregunta a una madre que alumbró a un bebé prematuro...

Para comprender el valor de una semana, pregunta al editor de un semanario...

Para comprender el valor de una hora, pregunta a los amantes que esperan encontrarse...

Para comprender el valor de un minuto, pregunta al viajero que perdió el tren...

Para comprender el valor de un segundo, pregunta a una persona que estuvo a punto de tener un accidente...

Para comprender el valor de una milésima de segundo, pregunta al atleta que ganó una medalla de plata en las olimpiadas...

Atesora cada momento que vivas y recuerda que el tiempo no espera por nadie.
San Francisco de Asis decía: "Yo necesito pocas cosas y las pocas que necesito, las necesito poco".